“Necesitamos que el Gobierno y los parlamentarios entiendan que la industria gastronómica está en una situación crítica, y si no recibimos pronto ayuda directa, pasaremos a un estado terminal”. Así de enfático es el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, para describir el momento actual que atraviesa el sector tras casi cuatro meses sin poder funcionar como efecto de las medidas sanitarias impuestas por el Ejecutivo para frenar la pandemia.

«Si no recibimos pronto ayuda directa, pasaremos a un estado terminal», dice presidente de ACHIGA.

En Achiga resienten que pese a llevar más de un mes solicitando a las autoridades la suspensión del pago de patentes comerciales, la respuesta ha sido insatisfactoria. De hecho, señalan que cuando le plantearon el tema al Ejecutivo, éste permitió que los municipios pudieran postergar algunos pagos de patentes, excepto la de alcoholes. El problema con esto, apuntan en el gremio, es que “postergar el pago es seguir recargando la mochila para fin de año, cuando el escenario seguirá siendo incierto, lo que se suma a que no todos los municipios han accedido a la postergación”.

“No se está dimensionando la gravedad del asunto, y esa incomprensión profundiza el riesgo de que muera gran parte de la industria gastronómica en Chile. Aquí hay que entender que un gran número de restaurantes no tienen ingresos hace cuatro meses, que sólo están acumulando deudas, y por lo tanto, no cuentan con recursos para pagar este tipo de patentes”, insiste Máximo Picallo.

Según el dirigente gremial, esto se ve agravado por el hecho de que los restaurantes que no paguen la patente de alcohol por falta de recursos, probablemente la pierdan, y recuperarla después no es sencillo, si bien se ingresó al Congreso un proyecto de ley que busca impedir que se pierda la referida patente por no pago.

“Como sector hemos valorado las medidas transversales que ha implementado el gobierno a todos los sectores económicos, pero claramente son insuficiente para la industria gastronómica, y por lo mismo, venimos solicitando que se entregue ayuda directa y adicional que sirva como salvavidas en este momento tan crítico, entre ellas, la suspensión de pago de patentes y apoyos para pagar arriendos e imposiciones, ya que la mayoría de las empresas no resiste más”, puntualiza Picallo.

El presidente de Achiga remarca que en dos semanas más vence el plazo para el pago de patentes del segundo semestre, y advierte que muchas empresas no están en condiciones de cancelar los permisos. “Hacemos un llamado para que en estas dos semanas que quedan, se acoja nuestra solicitud de suspender el pago de permisos, o se agudizará la situación de muchos restaurantes, que ya están en un proceso agónico”, advierte.