El encanto de China no tiene límites para quienes viajan desde este lado del mundo. Cultura milenaria, parajes de ensueño, historia, gastronomía, entretención, diversidad y contrastes de una región con lugares inolvidables.
Con una superficie de casi 9.600 millones de km2, y una población de más de 1.400 millones de habitantes, el llamado gigante asiático tiene una nutrida industria turística.
La magia de Shanghái
Quienes viajan a Shanghái se encuentran con una urbe apabullante, que conjuga un paisaje urbano futurista, con la arquitectura tradicional china. Es también una ciudad llena de glamour, sabores, historia, religión y cultura.
El jardín Yuyuan, emplazado en el siglo XVI bajo la dinastía Ming, ofrece dos hectáreas para pasear entre pagodas, puentes, piscinas y pabellones. Está en zona norte de la ciudad, cerca de la antigua muralla. Cuenta con un atractivo mercado, donde los turistas pueden comprar toda clase de recuerdos y artesanía.
En el lado oeste de la ciudad, el Templo de Buda de Jade es un monasterio activo y cuenta con dos impresionantes estatuas del iluminado, originarias de Birmania. Fue construido a fines del siglo XIX.
Para quienes quieren disfrutar de la modernidad, el barrio de Pudong ofrece los enormes y luminosos rascacielos que son también postal de la ciudad. Además de los edificios más reconocidos: la Perla del Oriente, la Torre Jin Mao y el Shanghái World Financial Center, en Pudong se puede aprovechar la gastronomía y los paseos. En tanto, el casco antiguo, Nanshi, contrasta con sus mansiones nobles, el legado francés y la historia que cuentan sus rincones.
Y Shanghái no solo es una ciudad para el turismo, sino también se ha convertido en una cúpula de negocios con Occidente. Debido a su ubicación estratégica como centro financiero y comercial asiático, junto con lo desarrollado de su mercado y las políticas favorables para la inversión extranjera que sostiene, ofrece grandes oportunidades de networking y colaboración, tanto con las empresas multinacionales que han marcado presencia en China, como con innovadoras startups, en un ambiente dinámico y en constante expansión.
Pekín: experiencia única
Cada rincón de Pekín cuenta una historia particular que fascina a los viajeros. La capital de China conjuga la grandeza histórica de su tradición milenaria con una vibrante contemporaneidad, ya que es una metrópolis actual y atractiva, llena de estímulos para todos los sentidos.
Si vas a Pekín, no puedes dejar de visitar:
Gran Muralla China: Uno de los recorridos más emblemáticos es el que realizan miles de turistas por esta fortificación designada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Fue emplazada entre el siglo V antes de Cristo y el XVI de nuestra era, con el fin de proteger la frontera norte del imperio chino, y además de la maravilla arquitectónica, provee vistas espectaculares de montañas y valles.
La Ciudad Prohibida: Un impresionante complejo de palacios y jardines, hogar de los emperadores por más de quinientos años, ideal para sumergirse en la historia de la China Imperial.
Y para quienes quieran disfrutar de la Pekín contemporánea, el distrito de Sanlitun tiene tiendas de moda, restaurantes internacionales, galerías de aire y una animada vida nocturna.
Hong Kong
Fusión de Oriente y Occidente, Hong Kong es fascinante y particular. Centro cosmopolita de cultura, negocios y entretenimiento, el territorio autónomo y ex colonia británica al sureste de China, encanta con sus icónicos rascacielos, su cocina deliciosa y una historia única.
¿Qué hacer?: Sube el Victoria Peak: Para disfrutar de las impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y de la hermosa bahía, desde el icónico mirador.
Visita el Templo Wong Tai Sin: Para tomar un descanso de la ajetreada vida de la ciudad y sumergirse en la riqueza espiritual del templo taoísta, imperdible también por su colorida y particular arquitectura. Dicen que visitarlo atrae la buena suerte.
Recorre el Mercado Nocturno de Temple Street: Vuelve a la vida vertiginosa de Hong Kong a través de la deliciosa comida, los puestos de recuerdos y el entretenimiento callejero de este animado sector.
Air France: Más de ocho décadas en China
Air France tiene una larga relación con China. En 1938, un Dewoitine 338, con un avión trimotor que tenía tan solo doce asientos y seis de ellos eran chaise longue, Air France realizó el primer vuelo comercial desde Francia a Hong Kong. ¡Tardó seis días y realizó 18 escalas!
Air France actualmente, opera con salidas diarias desde el aeropuerto de París-Charles De Gaulle hacia Pekín, Shanghái y Hong Kong. Quienes elijan volar desde Chile, solo tendrán una escala en la capital francesa.
KLM: Alta frecuencia al gigante asiático
Para quienes parten desde Ámsterdam, KLM también cuenta con una nutrida oferta hacia China. Tanto a Pekín como a Shanghái, KLM vuela diariamente, mientras que a Hong Kong lo hace cuatro veces por semana. Quienes elijan volar desde Chile, solo tendrán una escala en la capital neerlandesa.