Enfrentar el cambio climático es un desafío global y hoy los países, las empresas y los ciudadanos deben ser ambiciosos en sus medidas de adaptación e innovación; desde los distintos sectores económicos incluido el turismo. Es justamente este desafío el que dio pie al “Encuentro ACI. Adapta, Crece e Innova: Emprendiendo ante el Cambio Climático” evento desarrollado a través de diversas instancias en la Región de Los Lagos este 2024 para proponer soluciones innovadoras de cara al cambio climático.
Laura Durana Posada fue panelista internacional en la temática de Turismo y Sostenibilidad y en la ocasión fue entrevistada para Turismo Integral.
La experta lidera ACOTUR, desde donde ha posicionado la asociatividad del turismo de naturaleza, transformando y uniendo al sector como agente de conservación y de reconstrucción del tejido social en Colombia.
-¿Cómo debe el turismo adaptarse a la problemática del cambio climático, qué cambios efectuar en sus actividades y en el comportamiento de los turistas?
Definitivamente el turismo debe adaptarse al cambio climático tratando de apostarle a detener un poco el daño que causamos, concientizando a los turistas, generando actividades que incluyan acciones que colaboren a la conservación, la inclusión de personas locales. Ya es el momento que nos toca transitar de esa sostenibilidad a la regeneración que es un poco más compleja de entender, pero hay muchas oportunidades de como medir, de como solucionar, con pequeñas acciones sumar algo grande: en el ahorro del agua, la conservación, la compensación de la huella, la inclusión de actividades más cercanas, de compras más acordes al ecosistema en el que te encuentras, y así evitar las acciones que deterioren el medioambiente.
-En Barcelona hay una campaña contra el turismo masivo, pues se sienten invadidos y perjudicados. ¿Cómo lograr un equilibrio entre turismo «invasor» y comunidad local? Se supone que el turismo genera trabajo e ingresos a esa comunidad y sin turistas tendrían problemas económicos.
El turismo masivo, donde todos llegan a una misma zona, depreda, evidentemente quienes lo hacen y lo reciben lo ven muy mal. Yo creo que es muy importante, desde los que hacemos turismo concienticemos a los demás de buscar otros planes en los territorios que no sean siempre los mismos. Hay que hacer un ejercicio muy grande, tanto los operadores o buscadores de turismo, en cómo montan en sus canales otros lugares y actividades, que permitan que el turismo sea ese motor económico, pero bien derramado para que haya oportunidad para todos.
Otro punto importante es que siempre se enfoca en capacidad de carga del destino en vinculación a medio ambiente, pero todo debiera tener capacidad de carga y hay tres acciones puntuales que mitigan: diversificar, medir y hacer control del turismo informal.
-Isla de Pascua, San Pedro de Atacama, Torres del Paine, la Antártica, por nombrar algunos, son destinos muy sensibles a un turismo masivo o irresponsable. ¿Cómo pueden esos destinos convivir con el turismo de un modo virtuoso?
R: Esos sitios de poca capacidad hay que protegerlos. Así como Torres del Paine, para nosotros es La Macarena, el Guaviare. Definitivamente hay que hacer trabajo estratégico sostenible entre la comunidad, los actores locales, los empresarios, y lograr decir que no cuando no hay cupo. En el Parque Yellowstone tienes que buscar mucho tiempo antes cuando ir y eso no significa que la gente no vaya a vivir de eso, simplemente tienes que cobrar lo que vale y ser estricto con la capacidad de carga y las recomendaciones a los viajeros.
Hay un pueblo en el Brasil que se llama Bonito, no he ido personalmente, pero todas las políticas y el trabajo de sostenibilidad es muy ejemplar: si un día no hay cupo para una actividad, puedes ir a otra, y tienen una gran distribución.
-¿Debería trabajarse en una legislación que determine los límites del turismo para asegurar la sostenibilidad de los destinos y evitar que, en vez de ser un aporte, la actividad turística se convierta en una amenaza, en especial en las temporadas altas?
R: Sí debe haber legislación, no es la misma para todos los destinos porque cada lugar tiene características distintas. Es imposible limitar a una sola legislación, hacerlo uniforme. Pero sí deben generarse manuales por destino, regulado y construido por sus propias gobernanzas, la comunidad, la empresa privada, la academia y los políticos. Creo que sí, bien hecho, diferenciado, estructurado y visible para ser aplicado por todos. En Colombia, por ahora, es la política de turismo sostenible y ahí vamos empezando a que muchos la conozcan.
Laura Durana estuvo el pasado jueves 18 de julio en Puerto Montt en el Encuentro ACI, instancia organizada por el área de Vinculación con el Medio de la Universidad San Sebastián, sede de la Patagonia, en colaboración con Fundación NIVA Chile Research, Cuenca Sostenible e INTESAL, con el apoyo de Corfo Los Lagos a través del instrumento Viraliza.