El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, presidido por el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, aprobó esta mañana la creación de dos nuevos parques marinos en Chile, que en conjunto suman más de 400 mil kilómetros cuadrados de nueva zona oceánica bajo protección oficial para su conservación.
“Hoy celebramos la creación histórica de dos nuevos parques marinos en el Archipiélago de Juan Fernández y en Cabo de Hornos, lo que se traduce en una zona de conservación que va a permitir la recuperación de especies que hoy están sobre explotadas y proteger ecosistemas únicos, como el lobo fino de Juan Fernández o el bacalao de profundidad y el centollón en la zona de Cabo de Hornos”, dijo el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, tras el Consejo de Ministros.
Junto con ello, afirmó que “esta es la mayor creación zonas de conservación marina en la historia de América continental, y nos pone en la delantera de conservación oceánica a nivel global, ya que con estos nuevos parques sumamos cerca del 43% de la Zona Económica Exclusiva de nuestro país bajo protección oficial durante la administración de la Presidenta Michelle Bachelet“.
Parque Marino en Juan Fernández
Las primera de estas nuevas áreas protegidas corresponde al Parque Marino Archipiélago de Juan Fernández, zona que alberga montes submarinos con una biodiversidad profunda única en el mundo y muy frágil, con cerca de 130 especies reconocidas como objeto de conservación, entre ellas al Atún aleta azul del sur (en peligro crítico de extinción), el tiburón mako y la tortuga laúd (ambos vulnerables) y el tiburón azulejo (casi amenazado); y que además es una zona crítica para la cría del jurel chileno, por lo que su protección de esta área ayudará a la protección de la especie y de sus pesquerías.
En esta zona, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó la creación de un Parque Marino de 262 mil km2, más un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos de 24 mil km2, totalizando una protección oficial de 286 mil km2.
Los principales objetivos de esta propuesta son los de proteger ecosistemas únicos de alto endemismo, en particular la zona de los montes submarinos; y compatibilizar la conservación de los ecosistemas con el uso pesquero por parte de pescadores nacionales dentro de la Zona Económica Exclusiva.
“En esta zona tenemos cerca de 280 mil km2 de áreas marinas protegidas que permiten una conciliación entre la actividad económica y la conservación. Se resguarda un área muy rica en biodiversidad en la zona de montes submarinos, es un parque marino de grandes proporciones, casi el doble de los que se han anunciado en el Hemisferio Norte en tiempos recientes, y nos permiten resguardar el mar de Chile para las futuras generaciones, incluyendo la recuperación de especies pesqueras que hoy están sobreexplotadas”, explicó el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena.
Protección en Cabo de Hornos
La segunda área marina protegida aprobada esta mañana es el Parque Marino Mar de Cabo de Hornos, que abarca una superficie total de 140 mil km2 para la preservación de ecosistemas marinos de los canales y fiordos asociados al Archipiélago Diego Ramírez, los montes submarinos del Paso Drake y los componentes de la biota acuática existente en el área bajo protección.
A nivel de biodiversidad marina, se protegerán áreas de alimentación y reproducción de dos especies de albatros y de dos especies de pingüinos, áreas de alimentación y migración de mamíferos marinos, bosques de kelps y ecosistemas costeros.
Entre los montes submarinos al sur de Diego Ramírez se detectan algunos con 4 mil metros de altitud, cuya cima se encuentra a solo decenas de metros de profundidad y registros de una rica fauna bentónica, incluyendo grandes esponjas y corales fósiles.
Importancia de parques marinos
La importancia de estas nuevos parques marinos es fundamental para la protección de ecosistemas, pero también para la recuperación de pesquerías. Existe consenso científico en que las áreas marinas protegidas permiten controlar la mortalidad de peces de especies con poca información, ayudan a la gestión de pesquerías multiespecies y recuperación de pesquerías, minimizan la captura incidental, protegen el hábitat y la biodiversidad, mejoran los medios de vida de las comunidades locales y resuelven conflictos entre usuarios de estas áreas.
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente