Bajo el planteamiento que las tarucas son vulnerables a la extinción, en especial por la fragmentación de su hábitat, la Corporación Nacional Forestal, CONAF, dio a conocer los resultados de la estimación poblacional de la taruca, producto del primer monitoreo anual de la especie que se realizó hacia fines de marzo.
Conocida también como el huemul del norte (Hippocamelus antisensis), “la taruca no se deja ver fácilmente”, según comenta el encargado de Biodiversidad de CONAF, Esteban Zúñiga. De allí es que sólo la mirada experta de los guardaparques permite atisbar primero a las pequeñas manchas en movimiento dentro del paisaje precordillerano, para luego contar cuántos ejemplares tiene cada grupo que logran captar con sus binoculares.
En este caso además, los guardaparques no están en sus territorios habituales de trabajo como son las áreas silvestres protegidas de la región -salvo el borde occidental del Parque Nacional Lauca-, ya que la taruca habita principalmente en la precordillera de Putre, y se mueve entre los 2.500 y los 4.200 metros de altitud.
Pero se trata de guardaparques aimaras, que han convivido toda su vida con la taruca. De hecho Sandro Flores, el más joven del equipo, cuenta que cuando era niño su familia adoptó una cría que quedó abandonada y ellos la cuidaron. Completan el grupo Walter Calle, Enrique Miranda y Arturo Gómez, todos ellos de reconocida experiencia y capacidad para actuar en terreno, como para lograr recorridos a pie, los menores de un kilómetro y el mayor de quince, entre Putre y Socoroma.
Es así como el esfuerzo para lograr un buen muestreo dio sus frutos. Los avistamientos directos permitieron contabilizar 61 tarucas, lo que es casi el doble que el año anterior cuando se contaron 33 individuos. La cifra se obtuvo a partir de once avistamientos grupales, donde se distinguieron 5 juveniles y 7 cervatillos. La cifra la completan 6 tarucas en edad indeterminada, así como los adultos que fueron 14 machos y 29 hembras. A estas últimas se las distingue porque no tienen cornamentas. Pero los machos la pierden entre septiembre y noviembre, aunque a la par les comienzan a crecer las nuevas astas.
El registro agrega también los avistamientos indirectos, vale decir huellas, heces, ramoneo, cornamentas caídas, que alcanzaron 29 rastros. El esfuerzo censal abarcó los diez pueblos de la comuna de Putre (Putre, Socoroma, Zapahuira, Murmuntani, Chapiquiña, Pachama, Belén, Lupica, Saxamar y Ticnamar) pero se totalizaron 21 sectores de recorridos al incluir zonas adyacentes.
Desafíos
Esteban Zúñiga dice que ahora “queremos generar una propuesta de trabajo ampliada que considere más sectores y días de recorrido, abarcando desde la comuna de General Lagos (sector Tacora) hasta la Quebrada de Cardones, – porque allí se han detectado huellas- así como sectores de la comuna de Camarones”. Luego explica que “hay autores en Perú, que hablan que los movimientos de la taruca de ascenso y descenso entre pastizales de altura, valles y bosques, es estacional; otros indican en tanto que se trata de movimientos diarios. Necesitamos conocer cómo se da aquí, para lograr cada vez más observaciones directas de la especie”.
El profesional plantea asimismo que “el otro gran desafío es lograr una mayor armonía y convivencia con las comunidades locales, ya que sabemos que en ocasiones hay conflicto, lo que se entiende porque para el agricultor su cultivo es su fuente de vida y por lo tanto cierra los accesos tanto a las fuentes de agua como al cultivo en sí, por lo tanto la taruca a través de los años ha tenido que adaptarse y sobrevivir a esta fragmentación. Por esto el Plan de Conservación de la Taruca, que esperamos se publique este año, incorpora también la visión comunitaria y busca una gestión participativa. De ese modo nos enfocamos en el control de amenazas a la especie, buscando el equilibrio de los diferentes actores presentes en el territorio, considerando que nuestro huemul del norte está categorizado en peligro (EN) por el Ministerio de Medio Ambiente. Además su caza está prohibida y en materia de la Convención por el comercio internacional de especies amenazadas, se encuentra en el Listado I.
Fuente: CONAF