Destacando la importancia que representa para el país la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV), se desarrolló el Seminario Modelos de Gestión Forestal, en el marco del Programa Nacional ONU-REDD, iniciativa que tiene como meta aportar a los cumplimientos pactados por Chile en el marco del Acuerdo de París, y también ser insumos para la COP 25 a realizarse en el país.
En esta instancia, se analizó el estado de avance de los principales proyectos que se desarrollan actualmente en cuatro regiones del país (Coquimbo, Metropolitana, Araucanía y Magallanes), y que buscan entre otros objetivos disminuir la vulnerabilidad social, ambiental y económica que genera el cambio climático, como también revertir la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía sobre los recursos vegetacionales y comunidades humanas que dependen de éstos. El encuentro estuvo encabezado por el director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), José Manuel Rebolledo, y contó con la participación de autoridades de organismos internacionales en Chile del PNUD y FAO, donantes para el desarrollo de la estrategia.
En la ceremonia de inauguración, Thierry Lemaresquier, representante residente del PNUD en Chile, destacó que el Programa Nacional ONU-REDD se encuentra trabajando en generar un nuevo paradigma, que busca fortalecer el sistema de monitoreo forestal, así como la generación de insumos para la sostenibilidad de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, que busca en definitiva mejorar la calidad de vida de las personas al recuperar o restaurar su entorno, recalcando que hoy la conservación no es un impedimento al desarrollo, sino una oportunidad al crecimiento.
Por su parte Eve Crowley, representante regional adjunta de la FAO para América Latina y el Caribe y representante de la FAO en Chile, recalcó que la Estrategia Nacional de Cambio Climático de Recursos Vegetacionales es fundamental para el cumplimiento del país con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático. Al respecto señaló que la estrategia es un ícono de las acciones que se realizan en Chile para enfrentar el fenómeno del cambio climático, lo que queda demostrado con el apoyo de tres organismos internacionales como son PNUD, FAO y PNUMA.
En tanto el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, destacó que la formulación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales contempló un amplio proceso que cumplió con las exigencias y objetivos de las tres convenciones, que son la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Convención sobre Biodiversidad, y Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, (CMNUCC, CBD Y CNULD), y al mismo tiempo, se encuentra alineada con los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) de la agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible y las metas de AICHI, acordadas por 196 países firmantes de la Convención de Diversidad Biológica (CBD) durante la Conferencia de la Partes (COP 10), celebrada en la provincia de Aichi, Japón en 2010, para el periodo 2011-2020.
Asimismo, indicó que CONAF ha establecido alianzas de cooperación técnica y financiera con diversas instancias internacionales para enfrentar los principales precursores de la degradación forestal del país, con su consiguiente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Entre estas alianzas, sostuvo, destaca el apoyo técnico y financiero de la cooperación suiza (COSUDE) con la NAMA forestal, ya que mediante esta cooperación se contribuyó en la definición de niveles de referencia, el perfeccionamiento de los sistemas de monitoreo forestal y se conoció el mercado del carbono forestal.
Durante el seminario los equipos regionales de la Unidad de Cambio Climático de CONAF, presentaron los estados de avance de la implementación de modelos de gestión forestal que se llevan a cabo en cuatro regiones del país, que permitirán la recuperación de paisajes post incendio, restaurar tierras expuestas a desertificación, degradación y sequía, restaurar zonas colonizadas por una especie exótica invasiva y aumentar los contenidos de carbono, esperando en futuro próximo poder replicar a gran escala las lecciones aprendidas durante este proceso de implementación.
Proyectos insertos en la Estrategia Nacional e Cambio Climático y Recursos Vegetacionales
A continuación una síntesis con las iniciativas que se desarrollan en el territorio, insertos en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, y que dicen relación con modelos de gestión, que buscan ser replicados en diversas puntos del territorio nacional, y que tienen como objetivo disminuir la vulnerabilidad social, ambiental y económica que genera el cambio climático, la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía sobre los recursos vegetacionales y comunidades humanas que dependen de éstos.
Región de La Araucanía
En marzo del 2015, se originaron en la Región de La Araucanía dos incendios forestales que afectaron a Áreas Silvestres Protegidas y zonas aledañas. El primero afectó zonas de la Reserva Nacional China Muerta, Parque Nacional Conguillío y terrenos privados. El segundo afectó la Reserva Nacional Malleco, Parque Nacional Tolhuaca y en menor medida, terrenos privados aledaños. Las superficies afectadas fueron 3.765,6 ha en el primero y en el segundo 5.469 ha, con un total de 9.234,6 ha afectadas.
Considerando lo anterior, se determinó la necesidad de generar un proyecto en el territorio donde se implementen actividades de restauración de ecosistemas en la zona afectada por el incendio forestal en la Reserva Nacional de China Muerta. Beneficiarios directos del proyecto: Comunidades residentes y aledañas a la Reserva, en su mayoría Mapuches-Pehuenches. Población localizada en el área de influencia en las comunas de Melipeuco, Collipulli, Curacautín, Lonquimay y Victoria.
Región de Magallanes
La especie de roedor castor americano (Castor canadensis) fue introducida en la parte Argentina de Tierra del Fuego en 1946, invadiendo territorios chilenos ubicados en la misma zona. Este roedor ha causado diversos daños en los ecosistemas australes, donde se puede mencionar la destrucción del bosque de ribera, desestabilización del suelo, alteración del régimen de luz por la apertura de claros y la consecuente modificación de la estructura del hábitat. En conjunto con lo anterior, los diques construidos por los castores cambian el régimen de descarga anual de un río, disminuyen la velocidad de la corriente, expanden la superficie de los suelos inundados, y aumentan la retención de sedimentos y materia orgánica.
En respuesta a esta problemática, CONAF diseñó un proyecto de intervención en el territorio basado en la restitución de procesos ecológicos y funciones pérdidas en superficies de bosque afectadas por el castor en la isla de Tierra del Fuego a través de implementar un proyecto piloto de restauración, y así obtener resultados que permitan escalar esta medida de acción como contribución a la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales.
Región de Coquimbo
En respuesta al problema referente al riesgo de desertificación, degradación de las tierras a nivel nacional y la sequía a nivel nacional, CONAF delineó un proyecto con el objetivo de diseñar un modelo de inversión socio-ambiental para la restauración de tierras degradadas de las zonas semiáridas de Chile, específicamente en la región de Coquimbo.
En este Proyecto, se planificó la implementación de diversas acciones de restauración hidrológica forestal en 200 hectáreas pertenecientes a las comunidades agrícolas de Peñablanca y Cerro Blanco, en la comuna de Ovalle, con diversas técnicas. Además está planificado efectuar el monitoreo de las acciones en un horizonte de mediano plazo, apoyando de esta forma al logro de las Metas de Aichi 5, 11, 14 y 15 para el país. Cabe señalar que este proyecto es desarrollado mayoritariamente por mujeres.
Región Metropolitana
A través de un trabajo de alineación del Programa de Acción Nacional Contra la Desertificación (PANCD) de Chile con la estrategia decenal de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD), llevado a cabo por CONAF, se determinó que el riesgo de desertificación a nivel nacional expresado en términos de superficie, refleja que aproximadamente el 21,7% del país tiene algún grado de riesgo de desertificación en sus diferentes categorías: leve, moderado o grave.
Con respecto al riesgo de degradación de las tierras a nivel nacional, expresado en términos de superficie, indica que aproximadamente el 79,1% del país tiene algún grado de riesgo de degradación de las tierras en categoría leve, moderado o grave, correspondiente a un total de 59.863.662 hectáreas. Conjuntamente, relativo a la sequía a nivel nacional expresado en términos de superficie, se señala que aproximadamente el 72% de las tierras del país tiene algún grado de sequía en sus diferentes categorías, leve, moderado o grave, que corresponden aproximadamente a 55 millones de hectáreas.
En respuesta a estos antecedentes, CONAF desarrolló un proyecto que busca diseñar e implementar un modelo de restauración hidrológica-forestal en una microcuenca en la zona semiárida, como medida de adaptación al cambio climático y combate contra la desertificación, degradación de la tierra y sequía. Los beneficiarios son las comunidades agrícolas de Alhué, específicamente aquellos que dependen de la microcuenca Tralhuenes.