En la tarde del miércoles 7 de agosto, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) informó a través de su Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV) el cambio de la alerta técnica volcánica del volcán Villarrica a nivel amarillo. En particular, durante las últimas semanas y después del análisis instrumental y del último sobrevuelo realizado por profesionales de la institución, constataron ciertas irregularidades que estarían relacionadas con obstrucciones parciales en la parte superior del conducto del volcán.

Asimismo, han implicado explosiones menores de carácter cuasipermanente generadas por la dinámica del lago de lava cercano a la superficie y controladas principalmente por procesos de desgasificación. Esta actividad menor, de carácter estromboliano, presenta variada intensidad y distribuye sus productos principalmente en la zona aledaña al cráter, los cuales corresponden a piroclastos balísticos tipo bombas y spatters (salpicaduras de lava) que varían en tamaño y alcance, identificándose material que fue expulsado a velocidades del orden de 100 kilómetros por hora y hasta más de 200 metros de distancia.

Por último, cabe señalar que estas explosiones pueden ocurrir de manera intempestiva, en ausencia de precursores en las señales de monitoreo. Dada la dinámica fluctuante del lago de lava, se considera una zona de afectación próxima al cráter correspondiente a un radio de 500 metros en torno a él.

Al respecto, el director nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko, explicó que “este cambio de alerta es producto de un análisis exhaustivo de nuestra Red Nacional de Vigilancia Volcánica y que muestra una actividad anormal del volcán y que justifica que pasemos a alerta técnica amarilla. Lo importante es que las diversas instituciones del Sistema de Protección Civil cuentan con información técnica de lo que está sucediendo, incluyendo el mapa de peligros potenciales”.

A su vez, Alejandro Ceccioni, subdirector nacional de Geología de Sernageomin, informó que “este volcán es monitoreado con nueve estaciones sismológicas, cuatro GPS, dos inclinómetros, cuatro cámaras IP, una cámara IR, un micrófono de infrasonido, dos DOAS y una cámara Multigas, de manera que los especialistas cuentan con tecnología adecuada para el seguimiento de la actividad volcánica”.

El director nacional de Onemi, Ricardo Toro, en tanto, indicó que “dados los antecedentes técnicos proporcionados por Sernageomin, que indican un incremento de la actividad del volcán y una mayor inestabilidad, se ha determinado también establecer la alerta amarilla para el Sistema de Protección Civil para las comunas de Villarrica, Pucón y Curarrehue, en la Región de La Araucanía, y en la comuna de Panguipulli, Región de Los Ríos”.

La autoridad explicó, además, que “esta alerta amarilla implica el reforzamiento del monitoreo técnico del comportamiento del volcán; la aplicación de los planes comunales de emergencia en las fases correspondientes y la disposición de los recursos para prevenir y/o controlar eventuales situaciones derivadas de esta situación. En ese contexto, el llamado a la comunidad es a no exponerse de manera innecesaria a condiciones de riesgo, evitando acceder a la zona de 500 metros en torno al cráter y mantenerse informada por los canales oficiales”.

Turismo seguro

Al respecto, la directora nacional de Sernatur, Andrea Wolleter manifestó que “Chile tiene una geografía diversa que hace que sea tan atractivo para los millones de turistas extranjeros que llegan cada año a nuestro país. Pero también esa misma geografía nos expone a posibles fenómenos naturales para los cuales estamos tremendamente bien preparados. Hoy, todos los indicadores nos demuestran la baja vulnerabilidad que tenemos frente a los desastres. Frente a ellos, no debemos alarmarnos, pues Chile sigue siendo un país seguro que tiene todos sus protocolos activados”.

La autoridad también hizo un llamado al autocuidado: “Una mala o buena experiencia es determinante para los turistas y en esto la seguridad es fundamental. Nuestro llamado es a estar atentos y prevenir situaciones temerarias para evitar exponerse a riesgos innecesarios”.

Según la definición de Sernageomin, el nivel de alerta amarilla implica variaciones en los parámetros derivados de la vigilancia que indican que el volcán está por encima de su umbral base y que el proceso es inestable, pudiendo evolucionar al aumentar o disminuir estos niveles. Pueden registrarse fenómenos como enjambres sísmicos (algunos de ellos perceptibles), emisión de ceniza, lahares, cambios morfológicos, ruidos, olores de gases volcánicos, entre otros, que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica.

Generalidades

El volcán Villarrica es uno de los volcanes con mayor registro histórico de erupciones de Sudamérica y el número uno en el ranking de peligro de Chile. Se ubica al sureste y al noreste de los lagos Villarrica y Calafquén, respectivamente, y su forma cónica casi perfecta permite reconocerlo desde la distancia.

Corresponde a un estratovolcán localizado en el extremo occidental de una destacada cadena volcánica de dirección noroeste-sureste, que alinea a los volcanes Villarrica, Quetrupillán y Lanín.  Posee un cráter abierto de 200 metros de diámetro, con fumarola continua y un lago de lava permanente y dinámico, cuya superficie posee altura variable. El volcán está cubierto por un importante glaciar que se extiende por unos 30 kilómetros cuadrados.

Sernageomin recomienda aplicar preventivamente restricciones al acceso en una zona próxima al cráter con un radio de 500 metros. La institución,, a través de su Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV), continúa con vigilancia en línea 24-7 e informará de manera oportuna sobre eventuales cambios en la actividad volcánica de la región.

Fuente: Sernatur