Tener una industria desarrollada, y convertir a Chile en un destino turístico de clase mundial es uno de los grandes objetivos que se ha planteado la Federación de Empresas de Turismo de Chile, FEDETUR, según lo manifestó el presidente de la entidad gremial, Ricardo Margulis, al inaugurar el Summit de Turismo 2019. Asimismo, llamó a que «así como hemos logrado importantes avances en esta última década, nos pongamos a trabajar desde ya, con la misma vocación y dedicación, a abordar los desafíos que tenemos por delante y alcanzar el anhelado desarrollo del turismo en los próximos diez años. La oportunidad existe, y contamos con las capacidades y herramientas para hacerlo, sólo depende de nuestro esfuerzo y compromiso».

Margulis dijo que «en la era de la trasformación digital, de los profundos cambios tecnológicos, de la innovación, el emprendimiento y la sustentabilidad, la industria del turismo debe estar preparada para enfrentar los desafíos que se presentan. Y qué mejor forma de hacerlo, que a través de un encuentro que reúne a los principales actores del sector, para debatir ideas, intercambiar opiniones, analizar tendencias, plantear prioridades y proyectar lo que viene».

10 AÑOS DE FEDETUR

El presidente de FEDETUR destacó la labor realizada por la Federación en sus 10 años de vida, década en la que «hemos visto crecer el turismo en Chile, de la mano de la Federación y de todos los que formamos parte de este rubro, y que sin duda, nos hace sentirnos orgullosos de los logros que hemos alcanzado».

Sostuvo que «hemos sido capaces de insertarnos en el circuito mundial del turismo. Y aquí destaco dos hitos. Uno es la creación, junto a otras asociaciones de turismo de la región, de la Federación Sudamérica de Turismo (Fedesud), como bloque para fortalecer la actividad a nivel subcontinental. Y el otro es la reciente incorporación de FEDETUR como miembro de la Organización Mundial de Turismo, una instancia que nos permitirá estar plenamente conectados a una importante y extensa red pública privada de entidades vinculadas a la industria».

Margulis reconoció que «al hacer un balance de lo que ha sido esta década para el sector, podemos decir con satisfacción que hemos avanzado de manera importante en la materialización de los objetivos que nos hemos planteado, y con indicadores que nos muestran que hemos más que duplicado las cifras en muchos ámbitos, como es la llegada de turistas extranjeros al país, la creación de empleos directos, el aporte al PIB, la generación de divisas, la inversión, por mencionar algunos».

TAREAS FUNDAMENTALES

Como tareas fundamentales en la nueva etapa que se inicia, el directivo dio a conocer tres aspectos medulares. «El primero es que nos creamos el cuento de que somos un país turístico, que tiene el potencial y los atributos para ser una potencia mundial en turismo. Y esto corre tanto para las autoridades políticas, los organismos gremiales, las empresas, las entidades sociales y la ciudadanía», dijo.

Agregó que «si el turismo no está incorporado en las prioridades de los chilenos, en el discurso de las autoridades, en la definición de las políticas públicas, en el interés de los medios de comunicación y en la conciencia de sus habitantes, difícilmente nos podremos vestir de traje largo como pretendemos«.

Asimismo, expresó que «dentro de este proceso, resulta fundamental la colaboración pública privada, ya que no es concebible tener una industria del turismo desarrollada sin contar con los esfuerzos conjuntos de ambos sectores». 

Margulis hizo referencia al debate por la eventual rebaja en horas laborales, al plantear que más 41 o 40 horas, «a nuestro juicio, como Federación, consideramos que el debate de fondo es cómo avanzamos en flexibilidad laboral para contar con un sistema de trabajo moderno, eficiente y que garantice al mismo tiempo la sustentabilidad de las empresas con el derecho de los trabajadores».

Un segundo aspecto que planteó Ricardo Margulis es que lo «fundamental para lograr el desarrollo del turismo en Chile es avanzar de forma acelerada en la transformación digital. Este proceso ya no es una mera alternativa o posibilidad, es más bien una necesidad, porque si no nos subimos al carro de la era digital, perderemos eficiencia y competitividad, dos elementos consustanciales al desarrollo de cualquier actividad«.

Como tercer aspecto sostuvo que en el camino por alcanzar el desarrollo del sector se debe «avanzar en la consolidación de una industria sustentable. Y este concepto tiene varias dimensiones, no sólo aquella que se refiere al cuidado del medioambiente, sino que al respeto y protección por el entorno en los que se despliega esta actividad«.

Hizo ver que «lo que es un atributo, puede no serlo si es que el manejo de esta actividad no se hace de forma sustentable, incorporando en sus procesos los intereses y necesidades de las distintas comunidades con las que convive, el resguardo del patrimonio cultural, social y medioambiental«. Más aún, recalcó, «ahora que se van a realizar dos eventos de gran trascendencia en el país: la Apec y COP25. Economía y medioambiente, dos áreas que a ratos parecen antagónicas, pero que manejadas de forma responsable son compatibles y pueden alcanzar un buen equilibrio».