Enoturismo Chile de Corfo, el Programa Estratégico creado en 2016 y que inicia la implementación de su plan de acción en 2018, comienza su cuarto año de vida lleno de proyectos. Conformado por una gobernanza público-privada en la que figuran las entidades más relevantes del turismo y el vino a nivel nacional, este proyecto logró la institucionalidad a finales del 2019, convirtiéndose en la Asociación Enoturismo Chile.
En un inicio concebido para abarcar los territorios vitivinícolas desde Valparaíso a Maule, hoy se enfrenta ahora al desafío de la coordinación del sector en el ámbito nacional, con viñas recibiendo visitantes desde la Pampa del Tamarugal hasta el valle de Osorno en la Región de Los Lagos.
Alicia Ortiz, gerente del Programa, comenta: “Un dato desconocido para muchos chilenos y chilenas es que hay más de 160 viñas abiertas al turismo de Norte a Sur, que ofrecen no solo vinos de todo tipo gracias a la riqueza climática y variedad de cepas y ensamblajes, sino también múltiples actividades para disfrutar, compartir y aprender con toda la familia y amigos.”
Enoturismo Chile actúa como ente articulador entre los actores del vino y el turismo, potenciando actividades que cada vez más público nacional e internacional está disfrutando. La meta que se planteó al comenzar la ejecución del Programa Corfo fue aumentar el gasto por turista en un plazo de diez años, así como duplicar la llegada de enoturistas a destinos vitivinícolas, y alcanzar los 2.000.000 en 2026.
“El crecimiento del sector es imparable. Ya en 2019, las visitas a las viñas de Chile sobrepasaron el millón de turistas, lo cual augura un gran pronóstico para los próximos años. El enoturismo es una actividad con tendencia al alza en todo el mundo, y Chile poco a poco se posiciona como un destino enoturístico internacional imperdible, gracias a la calidad y prestigio de sus vinos y el atractivo de su naturaleza y cultura para viajeros de todo el planeta».
A pesar de que la pandemia ha supuesto un grave contratiempo en la evolución de las visitas, esto no ha frenado el trabajo de Enoturismo Chile: seminarios y talleres online, la comercialización digital de experiencias enoturísticas a través de www.enoticket.cl, la formación de capital humano con especialización en guiado de turismo o el desarrollo de protocolos sanitarios para los establecimientos que integran la cadena de valor del enoturismo, entre otras acciones que han caracterizado un año muy peculiar de transformaciones y aprendizajes.
Para ir en apoyo a la reactivación del sector, se puso en marcha la campaña en redes sociales ¿Y si vamos a una viña? con un llamado directo al público chileno para que planifique de forma segura y anticipada sus vacaciones y escapadas a los territorios vitivinícolas de todo el país para descubrir sus productos, cultura, paisajes, y todo lo que un país galardonado en varias ocasiones por sus méritos turísticos puede ofrecer al visitante.
“En Enoturismo Chile seguimos trabajando sin descanso, junto a las viñas y establecimientos de todo el país que se han preparado y adaptado para su reapertura. El enoturismo hoy en día es una actividad segura y responsable donde además se apoya a la riqueza del patrimonio nacional y que nos permite conocer mejor nuestra identidad como chilenas y chilenos a través de la cultura en torno al producto insigne de Chile a nivel internacional, que es, sin duda, el vino», plantea.
Agrega que «a través de distintos comités de coordinación, que por el momento han debido canalizarse por vía digital, hemos actualizado el diagnóstico del sector y renovado nuestra hoja de ruta para seguir apoyando a las empresas que lo componen y mejorando la experiencia de los usuarios. Por ello, el próximo trienio de trabajo de Enoturismo Chile aspira a generar un impacto real y significativo, en base al trabajo colaborativo que permita consolidar al enoturismo como una experiencia imperdible en Chile».