“Estamos cansados de ser el pato de la boda que tiene que pagar los platos rotos por la irresponsabilidad de otros”. Con esta expresión, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía, Máximo Picallo, grafica la indignación que existe en el rubro de los restaurantes con las nuevas medidas anunciadas este jueves por la autoridad sanitaria, que obliga a los locales de comida a dejar de atender a las 20:00 horas.
Desde el gremio califican la restricción de “discriminatoria” y “estigmatizadora”, ya que sitúa al sector como si fuese uno de los grandes responsables del aumento de los contagios, cuando está demostrado que el foco mayoritario se concentra en las reuniones privadas que realizan las personas en sus casas sin medidas de protección.
“Que nos veamos forzados a dejar de atender a las 20 horas resulta incomprensible, y provoca un tremendo daño, toda vez que nos impide ofrecer el servicio de cena, que es el más importante para los restaurantes, especialmente en las actuales circunstancias, en la que necesitamos con urgencia aumentar los ingresos, ya que llevamos 12 meses sometidos a una tremenda crisis por orden de la autoridad”, enfatiza Máximo Picallo.
El presidente de Achiga agrega que “como industria hemos acatado todas las medidas restrictivas impuestas por el gobierno, porque entendemos que son necesarias para enfrentar la pandemia, pero sentimos genuinamente que se nos está cargando la mano a nosotros al momento de adoptarse las medidas sanitarias, ya que uno puede ver que las aglomeraciones y los focos de riesgo están en otra parte, pero no en los restaurantes. Desde que hemos podido funcionar con ciertas condiciones, hemos demostrado un cabal cumplimiento de los protocolos y la aplicación de las medidas sanitarias, sin que hayamos sido responsable de ningún foco de contagio. Entonces no entendemos por qué se nos hace asumir un mayor costo al momento de abordar la pandemia”.
En Achiga indican que la situación es más grave aún “cuando vemos que el gobierno nos deja en el peor de los mundos, porque no se nos deja funcionar, pero tampoco se nos entregan las ayudas especiales que necesitamos para poder mantenernos en pie sin tener ingresos”, expresa Picallo.
El representante gremial indica que “hemos pedido hace rato al Ejecutivo que nos devuelva los recursos que hemos tenido que destinar para el pago de patentes y contribuciones cuando no hemos podido funcionar”. “De hecho, solicitamos que se nos exima del pago de esos impuestos mientras dure la crisis y tampoco hemos tenido respuesta”, añade.
“Como asociación compartimos el genuino malestar que existe en todo el sector gastronómico a lo largo del país, especialmente en regiones, con la situación que estamos viviendo, y con estas últimas medidas impuestas por la autoridad. Estamos conscientes de que hay que proteger la salud de las personas, pero exigimos que no se nos discrimine y se revierta la medida de obligarnos a cerrar a las 20 horas, de manera que el horario de cierre se ajuste al inicio del toque de queda”, concluye Máximo Picallo.