Con el objetivo central de proteger a la única población de huemules presente en el área central de Chile, pero también para resguardar uno de los sitios prioritarios de diversidad biológica y servicios ecosistémicos en las regiones de Ñuble y Biobío, se creó la Reserva de la Biosfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, que el 29 de junio cumplió 10 años de existencia.
Esta Reserva de la Biosfera tiene como áreas núcleo a la Reserva Nacional Ñuble, el Parque Nacional Laguna del Laja y la Reserva Nacional Los Huemules de Niblinto y Santuario de la Naturaleza del mismo nombre, esta última administrada con CODEFF, que en conjunto representan el 17% de las 566 mil hectáreas que comprende este territorio que promueve la sustentabilidad y reconocido por la Unesco y que tiene como eje el armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural con el desarrollo económico y social sustentable de la población existente en esta zona.
El director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, destacó que “la importancia de las Reservas de la Biosfera es que permiten promover el desarrollo sustentable en estas ellas y priorizar algunos objetos de conservación. Chile tiene 10 Reservas de la Biosfera, con una superficie de 16,6 millones de hectáreas, y en el caso de la Reserva de la Biosfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, uno de los ejes centrales en su constitución fue mejorar las condiciones para la conservación del huemul”.
Así también lo resaltó el intendente de la Región de Ñuble, Cristóbal Jardua, quien manifestó que “queremos seguir avanzando hacia un desarrollo sostenible y, de manera concreta, gestionando proyectos que puedan responder al plan de gestión de esta reserva, levantado con la participación de los habitantes de la cordillera y que tienen relación con fomento productivo, protección ambiental, educación e investigación, entre otras aristas”.
En la misma línea, el intendente de la Región de Biobío, Patricio Kuhn, señaló que “esta iniciativa, que forma parte de la Red Mundial de la Reservas de la Biosfera de la Unesco, representa el compromiso del Gobierno en la preservación de la flora y fauna de nuestra región y, además, protege zonas donde habitan especies endémicas importantes para nuestro ecosistema local y nacional”.
Especial mención cabe al saludo recibido desde Paris de Miguel Clüsener–Godt, director de la División de Ciencias Ecológicas y de la Tierra de la UNESCO y secretario del Programa Hombre y Biosfera (MaB). Junto con enviar sus felicitaciones por este aniversario, que se enmarca en el cincuentenario del Programa MaB, destacó que “hoy existen 714 Reservas de Biosfera en 129 países, cubriendo una superficie que sumada es equivalente a la de Australia y donde viven 260 millones de personas”. Respecto de Chile recordó que “Yo empecé mi trabajo en el Programa MaB cuando Pedro Araya, de CONAF, que lamentablemente falleció, era el Punto Focal para Chile con quien realizamos un gran trabajo. Les invito a asignar a vuestra Reserva de Biosfera un rol que involucre cada vez más a toda la comunidad”.
Además de proteger a la única población de huemules presentes en el área central de Chile, esta Reserva de la Biosfera es una zona de transición ecológica. Por ello se encuentra catalogada por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), como uno de los 13 sitios urgentes para conservar dentro de la ecoregión de los bosques templados valdivianos. Junto al huemul, especies como la vizcacha, la guiña, el gato colocolo y el puma se encuentran con problemas de conservación, debido a la destrucción del hábitat y cacería. Estudios científicos revelan que 27 especies endémicas de plantas y 40 de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios, considerados en alto riesgo, se encuentran en esta Reserva de la Biosfera.
En estos 10 años de vida se han trabajado múltiples iniciativas, como la evaluación de los servicios ecosistémicos del bosque nativo, para la prevención de avalanchas, o proyectos de difusión hacia la comunidad sobre la importancia de la conservación. Numerosas son las iniciativas de educación ambiental asociadas a posicionar el concepto y oportunidad de ser parte de una Reserva de Biosfera, lideradas por municipios, ONG y actores territoriales.
En relación con el trabajo mancomunado para la conservación del huemul, es destacable la incorporación, en apoyo a lo ejecutado históricamente por CODEFF y CONAF, de las empresas forestales Arauco y CMPC protegiendo terrenos hábitat de huemul, como Áreas de Alto Valor de Conservación y monitoreando sus poblaciones.
Destaca también, a partir de 2018, el Proyecto GEF de Especies Amenazadas, apoyado técnicamente por FAO e implementado por el Ministerio de Medio Ambiente, una de cuyas especies foco es el huemul, lo que ha permitido el desarrollo de programas de educación ambiental para la conservación, generación de buenas prácticas silvoagropecuarias, de conservación y turismo implementadas en las zonas de influencia de las áreas de protegidas y la actualización en conjunto con CONAF del Plan ReCoGe del Huemul para la zona de Chile central.
Entre los próximos desafíos identificados para la gestión de la Reserva de la Biosfera, destacan el consensuar un nuevo modelo de gobernanza, recogiendo la nueva realidad de ser un territorio con la vocación de unir a dos regiones en un modelo local de desarrollo sustentable y la validación de la fórmula que asegure el financiamiento para poner en marcha su Plan de Gestión.