Gran temor existe en la industria del turismo nacional, ante la casi nula llegada de turistas extranjeros a Chile, ya que si esa situación no cambia de manera inmediata, muchas empresas del rubro estarán al borde de la quiebra.
Así lo advierten desde la Federación de Empresas de Turismo de Chile, gremio que pone como ejemplo las cifras entregadas hace unos días por la Subsecretaría de Turismo, constatando que en enero y febrero arribaron al país tan sólo 140 mil turistas internacionales, cuando esa cifra en los mismos meses de 2020, previo a la pandemia, alcanzó los 908 mil visitantes extranjeros.
El principal factor que hoy está impidiendo la reactivación del turismo receptivo, a juicio de Fedetur, es que Chile sigue siendo el único país que pide homologación de vacunas, que junto a otras trabas, como exigir examen PCR de entrada, desincentiva el interés de las personas de otros países por venir a Chile.
“Se trata de una realidad que vemos y vivimos a diario y que nos transmiten las empresas turísticas de distintos rubros que trabajan y dependen del turismo receptivo. El problema que tenemos como industria es que sin visitantes extranjeros no nos podemos reactivar, por más que haya repuntado el turismo interno; al contrario, nos terminaremos de hundir. Eso es lo que le hemos tratado de hacer ver de distintas maneras a las autoridades del anterior y actual gobierno, pero sin éxito hasta ahora”, afirmó Ricardo Margulis, Presidente de Fedetur.
El problema central, según el representante gremial, es que “se nos acaba el tiempo, porque llevamos dos años y medios de una profunda crisis, y si no nos podemos recuperar, habrá una extensa muerte de muchas empresas que hoy apenas subsisten, ya que no tienen espaldas, considerando que nuestro sector lo componen en un 98% micro y pequeñas empresas”.
En este complejo contexto es que Fedetur y sus gremios asociados, como Hoteleros de Chile, Achet y Achiga, y otras entidades vinculadas al turismo, como Achila y Asevech, se unieron para impulsar una campaña llamada #LaCuerdaSeRompió, que busca sensibilizar a las autoridades, la prensa y la opinión pública, del estado terminal en que se encuentra el sector, y de la principal exigencia que hacen como industria, de terminar con la homologación de vacunas para permitir una mayor llegada de visitantes internacionales al país.
“Hemos estirado tanto la cuerda para sobrevivir estos dos años y medio, que finalmente se cortó, y si no nos logramos reactivar pronto, seguiremos en caída libre, lo que se traducirá en un cierre masivo de empresas y la muerte de gran parte de la actividad turística en Chile. Así de grave es nuestra situación”, puntualizó Margulis.
Especial inquietud existe en el rubro por la escasa llegada de turistas extranjeros y la proximidad de la temporada de nieve, la que se alimenta en gran medida de visitantes internacionales. El temor, expresan desde Fedetur, es que si no llegan turistas extranjeros en estos meses, se perderá por tercer año consecutivo la temporada de nieve, con los ingentes daños que eso provocará a muchas empresas que son parte de la cadena de servicios turísticos que opera en torno a los centros de esquí.
“Por eso necesitamos recuperar competitividad frente a muchos otros países de la región y del mundo, que hace rato han eliminado la mayoría de las restricciones a los turistas extranjeros, permitiendo un aumento del flujo de estos a sus respectivos destinos, mientras nosotros nos quedamos atrás, porque continúa siendo engorroso venir a Chile”, manifestó el presidente de Fedetur.
“Hacemos un desesperado llamado a las autoridades a que se sensibilicen con nuestra industria y pongan término inmediato a la homologación de vacunas, ya que hoy es el único salvavidas que nos queda, y si el gobierno se demora en lanzarlo, luego será muy tarde”, concluyó Ricardo Margulis.