La tramitación del proyecto que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas continúa su avance en el Congreso. El pasado miércoles 19, la Comisión del Trabajo del Senado aprobó la indicación que reduce el guarismo de 45 a 40 horas, mientras el gobierno y la oposición tienen orientaciones distintas respecto a las indicaciones que ha presentado precisamente la oposición, que apuntan a implementar medidas de adaptabilidad laboral, especialmente en determinadas actividades.

Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur.

Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur.

Este es un tema especialmente sensible para la industria del turismo, considerando las particularidades del régimen laboral que tiene el sector, marcado por jornadas de trabajo más extensas y funcionamiento en fechas donde la mayoría de las personas descansan, como son fin de semana, festivos y períodos de vacaciones.

Inquietud que llevó a la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) a ser uno de los primeros gremios en solicitar reunión con la Comisión de Trabajo del Senado para ir a exponer su postura y entregar propuestas que permitan al rubro mitigar el impacto que la norma de las 40 horas tendría para el sector.

En esa línea, la Federación propuso la incorporación de elementos de adaptabilidad en la nueva legislación, como por ejemplo, establecer promedios de horas semanales que permitieran ajustarse a las fluctuaciones de la demanda, además de atender a la necesidad de disponer de mayor libertad para trabajar en días domingo, al ser este unos de los días de mayor actividad y demanda para el sector.

“Para nosotros es fundamental este punto, porque de lo contrario, sin posibilidad de adaptarnos a esta reducción de jornada, las rigideces podrían llevar a que muchos empresarios turísticos tengan que despedir personal al no poder asumir los costos que implica una reducción semanal del régimen laboral, y es precisamente lo que queremos evitar, porque nuestro objetivo es crear los empleos que nos falta por recuperar y que se perdieron durante la pandemia, que son 62 mil actualmente, y ofrecer más y mejores oportunidades de trabajo, especialmente a las mujeres y jóvenes, que son los que tienen más dificultades para incorporarse al mundo laboral”, indicó Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de Fedetur.

Encuesta al sector

 Fedetur realizó también una encuesta a sus asociados para conocer en detalle cuáles son en la actualidad los tipos de jornada laboral que utilizan las empresas turísticas y los subsectores que lo componen, y de qué manera se adaptarían a la nueva normativa de 40 horas semanales.

Sobre el primer punto, la encuesta arrojó que un 57,% ocupa un sistema exento de jornada laboral; un 56, 7% aplica jornadas semanales 6×1 con máximo de 45 horas semanales, con o sin turnos rotativos; un 50,4% establece jornadas ordinarias de hasta 10 horas por día, en turnos rotativos régimen 5×2 con máximo de 45 horas semanales; un 34,8% utiliza jornada parcial de hasta 30 horas semanales; un 17% ocupa jornadas con «turnos discontinuos», es decir, con descansos hasta 4 horas; y un 12,8% aplica jornadas bisemanales (10×4 u otro) hasta 90 horas, con o sin turno rotativo.

Respecto del segundo punto, un 29,8% indicó que ajustaría el horario de entrada/salida todos los días por igual; un 21,3% expresó que contrataría más personal para cubrir horarios/días; un 17,7% pagaría horas extraordinarias para cubrir horas; un 8,5% eliminaría un día de trabajo y un 7,8% del total de empresas que respondieron la encuesta, ajustaría el horario de entrada/salida, concentrado en uno o dos días de la semana.

“El país enfrenta un escenario económico complejo que requiere de un fuerte impulso en la creación de empleos formales, que ofrezcan oportunidades de progreso estable a las personas, objetivo en que el turismo puede ser un importante motor hacia adelante, ya que en la medida que podamos retomar la senda de crecimiento que exhibía el sector previo a la pandemia y el estallido, en los próximos años podríamos generar cerca de un millón de empleos, desafío en que la adaptabilidad laboral tiene un papel central para lograr ese objetivo”, concluyó Helen Kouyoumdjian.