Naturaleza, aventura y diversión son sinónimos de Jalapão, un oasis exuberante -ubicado en el estado de Tocantins- que si bien no tiene salida al mar concentra ríos de aguas transparentes, cascadas cálidas y cristalinas, manantiales que desembocan en arenas blancas, formaciones rocosas, dunas deslumbrantes y una vegetación de plátanos, buritis y otras plantas típicas de la región.

Jalapão

Jalapão, un oasis exuberante -ubicado en el estado de Tocantins. (Foto Flavio Andre Cachoeira da Velha Mateiros, Embratur)

Ubicado a 300 km del aeropuerto del Palmas y unos 623 km al norte de Brasilia, capital de Tocantins- Jalapão es uno de esos parajes de turismo selectivo, por las amplias distancias que deben recorrerse para disfrutarlo. Para dar una idea: hace un año no existía servicio de internet en la región, si bien la infraestructura de tours, gastronomía y posadas está muy consolidada, la cantidad de visitantes no llegó a 60 mil personas en 2021.

Por sus proporciones, conviene recorrerlo en vehículos 4×4  y disponer de un mínimo de cinco días para el paseo, que incluye senderismo, escalada y buceo.

Entre las principales atracciones de Jalapão están las Dunas, la Cachoeira do Formiga y los encantadores fervedouros; se trata de estanques de agua tibia, producto de nacientes de ríos termales en las cuales quienes se zambullen no logran hundirse. Los fervedouros se forman gracias a ríos subterráneos que, al no tener espacio para que el agua fluya, forman piscinas naturales en la superficie. La presión ejercida por el agua que brota de la capa freática permite que las personas puedan flotar de forma permanente; el más popular es la Fuente de Soninho, entre los 20 fervedouros abiertos al público, de los 100 que existen en todo el parque.

Jalapão

Dunas de Jalapão (Foto Ministerio de Turismo, Brasil).

Otros imperdibles del paseo son los atardeceres en Pedra Furada, hacer rafting en la Cachoeira da Velha y el amanecer en Serra do Espírito Santo o Morro do Sereno, además de la visita a la Montaña Catedral. Los conocedores del circuito sugieren incluir varias atracciones cada día para amortizar los recorridos, que son extensos.

Si bien Jalapão se puede visitar durante todo el año, lo ideal es recorrerla en los meses de sequía; los más lluviosos van de octubre hasta abril y la temporada más concurrida es en junio y julio. La temperatura promedio en la región ronda los 30 grados, y la aventura incluye despertarse temprano para aprovechar la luz del día y el avistaje de bandadas de papagayos azules, además incluir en la mochila los trajes de baño, protector solar, repelente y cámara de fotos.

CÓMO LLEGAR

Jalapão

Cascada Jalapão (Foto Ministerio de Turismo, Brasil).

Jalapão es una unidad de conservación ambiental que limita con los estados de Bahía, Maranhão y Piauí. No hay aeropuertos en la región y la única forma de llegar es por tierra. Lo ideal es ir en avión hasta Palmas, capital de Tocantins, a 300 km del parque, y de allí moverse en auto.

La principal vía de acceso desde Palmas es la TO-030 hasta Santa Tereza do Tocantins, y luego la TO-130 hasta Ponte Alta. La mayoría de los caminos en la región son de tierra o arena blanda y hasta las 4×4 tienen que transitar con precaución. Lo ideal es visitar el parque con tours que incluyen traslados, alojamiento y alimentación, que suelen ofrecer confort, aunque sin grandes lujos; la oferta es amplia y permite incluir las atracciones de su preferencia. Los principales centros aéreos brasileños, como Río de Janeiro y San Pablo, ofrecen vuelos diarios a Palmas y conexiones diarias con Buenos Aires (Ezeiza y Aeroparque).

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