Oxímoron es una figura literaria que consiste en la combinación de dos palabras de significado opuesto que al juntarse cambian su significado individual y se genera un tercer concepto (muerto viviente, noche blanca, monstruo hermoso).
Este concepto es pintado por Raúl Pizarro en “Oxímoron, prácticas paganas de santificación”, exposición que cruza lo urbano con el barroco y el realismo mágico contemporáneo, para presentar un mundo alternativo donde personajes marginados se convierten en mártires.
La muestra está conformada por una serie de 35 obras al óleo inspiradas en el barroco como fuente pictórica de estilo, pero centradas en imágenes cotidianas y urbanas que plasman un nuevo horizonte, un “mundo alternativo” para corregir la realidad de hoy.
Las obras proyectan una evolución ligada a la moda de vanguardia, el trap y tendencias actuales como el grafiti y la cultura urbana. Sus cuadros presentan un escenario detallado y realista, pero invadido por elementos inesperados o improbables que asombran al espectador y que buscan rediseñar la realidad para revelar los espíritus contenidos en la obra y afirmar la necesidad del hombre de unir lo irracional y lo racional.
El público podrá apreciar pasajes bíblicos con personajes contemporáneos y personajes paganos en actitudes sacras, donde grafitis y tatuajes cobran protagonismo. En la línea del neobarroco, de Caravaggio y usando alegorías bíblicas, Pizarro selecciona modelos inadaptados y pobres, vestidos con sus propias ropas gastadas, para proyectar sujetos que no son exactamente los más “preciados” o “representables” de la sociedad vana y socialmente estratificada. Convierte con sus trazos a los mansos y cansados en ángeles y sanadores, a segregados y gánsteres, en mártires.
Su pincel integra la ciudad como estructura física y edificaciones, pero también como comunidad humana, como forma urbana de vida que desarrolla una población. Emplea mucho el simbolismo de la máscara como escondite a la identidad y pone atención en las manos de sus protagonistas, que reflejan sus sentimientos, emociones y estados anímicos.
“Raúl Pizarro retrata eventos fantásticos, trae fábulas, parábolas y mitos a la relevancia social contemporánea. Los rasgos de fantasía que se les dan a los personajes, como la levitación, la santidad y la deidad, ayudan a abarcar realidades modernas que pueden ser fantasmagóricas. Este es un mundo principalmente sobre y para marginados geográfica, social y económicamente. Por lo tanto, el ‘mundo alternativo’ del realismo mágico del artista funciona para corregir la realidad de los puntos de vista establecidos hoy”, comenta el curador Rodrigo Troncoso.
En sus cuadros se ven imágenes de personas reales, imperfectas, tentadas, diferentes y especiales, que se les ofrecen puestos en el arte superior, como un ejercicio de resignificación histórica en nuestra era moderna.
La obra de Raúl Pizarro ha sido expuesta tanto en Chile como a nivel internacional en el Museo Hangaram de Seúl, World Art Dubai, The Other Art Fair de Chicago y Bienal del fin del mundo en Argentina. También ha exhibido de forma individual y colectiva en Chile, Corea del Sur, Japón, Costa Rica y Estados Unidos, entre otros. Su trabajo se encuentra en colecciones privadas en Los Ángeles, Aspen, Chicago, Portland (OR), Nashville, Londres, Tokio y Seúl.
4 de noviembre al 18 de diciembre
Martes a domingo – 10 a 22 horas.
Gratis