Los avances logrados en el país en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que reúne a las categorías de parques nacionales, reservas nacionales y monumentos naturales, presentó Chile, a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), en la COP 15 de la Convención de la Diversidad Biológica, desarrollada en Montreal, Canadá, resaltando como se enfrentan y cumplen, a través de la gestión de estas unidades, las metas trazadas por esta convención.
Así lo resaltó el profesional de CONAF, Víctor Lagos San Martín, quien participó en representación de la Dirección Ejecutiva de la Corporación en dos eventos paralelos internacionales de la COP 15.
Uno de ellos fue el organizado por la ONG PEW Charitable Trust, junto a otros dos países latinoamericanos, donde se presentó una visión general de la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La Lista Verde es un mecanismo para evaluar y mejorar la gestión de las áreas protegidas, y en este encuentro se presentaron los compromisos y avances logrados por Chile, Bolivia y Colombia.
Uno de los aspectos que más se resaltó es que las metas en torno al establecimiento y gestión de áreas protegidas no sólo implican un compromiso cuantitativo, como cobertura y representatividad, sino también cualitativo, como manejo efectivo y equitativo. Desde esta perspectiva, la Lista Verde permite identificar brechas y establecer planes de mejoras en torno a cada una de ellas.
En este panel, Chile presentó el proceso de certificación por Lista Verde de dos parques nacionales, el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales y el Parque Nacional Cerro Castillo, anunciando además que se comprometió voluntariamente a autoevaluar todas sus áreas protegidas bajo esta herramienta.
Además, participó en un panel sobre la implementación inclusiva y efectiva del borrador de la meta 3 (agenda post 2020), en el que se pudo compartir algunas lecciones aprendidas, la experiencia como país y planes para el establecimiento de una meta más ambiciosa.
El borrador de la Meta 3 del Marco Global de Biodiversidad post 2020 establece la necesidad de “garantizar que al menos el 30% de las zonas terrestres y las zonas marinas del mundo, especialmente las de particular importancia para la diversidad biológica y sus contribuciones a las personas, estén conservadas por medio de sistemas ecológicamente representativos y bien conectados de áreas protegidas administrados eficaz y equitativamente y otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas (OMECs), y que se integren a los paisajes terrestres y marinos más amplios”, en otras palabras, hace un llamado a la promoción de sistemas bien conectados, equitativamente gobernados y adecuadamente gestionados.
En esta cita se reunieron países apoyados por un proyecto financiado por el GEF y coordinado y gestionado por WWF, a partir del cual se está comenzando un proceso de planificación para desarrollar una hoja de ruta que permita lograr esta meta a través de un enfoque inclusivo, basado en derechos y procesos de implementación efectivos.
Durante el evento, representantes de Chile, Ecuador, México, Namibia, Nepal y Zimbabwe compartieron sus experiencias pasadas y planes futuros. El encuentro también sirvió para presentar el trabajo que se está emprendiendo en Chile para desarrollar una guía piloto, que se espera sirva como una herramienta de planificación nacional para otros países, y que permita alcanzar de manera inclusiva el borrador de la Meta.
La experiencia sirvió para constatar la eficiencia con que se desarrolla la gestión de áreas protegidas en Chile, ya que con presupuestos bastante más reducidos que otros países, se da cuenta de un muy buen desarrollo de su gestión en términos cuantitativos y cualitativos. Sin embargo, también queda en evidencia que el desafío es aún mayor ante compromisos y metas mucho más ambiciosas que deben llevar a hacer una apuesta cada vez mayor en estos territorios.