Copacabana, Ipanema, Leblón, Praia Vermelha, Barra de Tijuca y Prainha forman parte de un circuito al que podrían sumarse las ubicadas en Niteroi, al otro lado de la Bahía de Guanabara. Además de ser una de las postales más célebres, conocidas y visitadas de Brasil, las playas urbanas de Rio de Janeiro son accesibles en transporte público o auto, y, aun ubicadas en centros urbanos, son un excelente nexo con la naturaleza. Sin embargo, hay un litoral “oculto”, poco transitado por los turistas internacionales, que comienza donde terminan las grandes zonas edificadas, a unos 70 kilómetros hacia el oeste de la ciudad.
Playa de Grumari
El circuito –al que aún se puede acceder en auto- empieza en la playa de Grumari, ubicada en un parque municipal de idéntico nombre, con más de 966 hectáreas de extensión al suroeste de Rio de Janeiro.
Muy apreciada por surfistas y quienes buscan costas alejadas del bullicio del centro de la ciudad, la playa está situada en la zona oeste, a unos 50 km del centro de la ciudad y a pocos minutos de Barra da Tijuca. Se encuentra en un Área de Protección Ambiental, con naturaleza preservada y rica en bellos paisajes. Para llegar, hay que conducir por la Avenida Estado da Guanabara, ya que la región no tiene metro ni transporte público. En cuanto a la comida, en la playa de Grumari hay algunos kioscos, la mayoría especializados en frutos de mar, por lo que se puede almorzar allí.
Al ser la playa más cercana al casco urbano, cuenta con estacionamiento (con capacidad limitada, por lo que conviene llegar temprano), y su horario de funcionamiento es de 7 a 19 horas. Para visitarla, mejor evitar la temporada alta (diciembre, enero y febrero), feriados y vacaciones escolares.
Praia do Perigoso
Después de Grumari, hay un conjunto de cinco playas a las que sólo se puede acceder en barco o por senderos de distintos niveles de dificultad. El sendero hacia las playas remotas sale de Barra de Guaratiba para desembocar en Praia do Perigoso (Playa del Peligroso), a menos de 20 km de Grumari.
Para quienes prefieren ir por tierra, la ruta hacia Praia do Perigoso incluye un sendero de dificultad media que insume aproximadamente una hora. En barco, hay buenas opciones de excursiones en las agencias de turismo de Barra de Guaratiba y también existen taxi-lanchas.
Y aunque parezca un destino arriesgado, la playa del Peligroso no lo es: su nombre -según la leyenda urbana- se debe a que el lugar fue, durante mucho tiempo, el hogar de un forajido que eligió la región como refugio y mantuvo alejados a los visitantes. Hoy, la playa es tranquila y la naturaleza es su principal atractivo: desierta, pero rodeada de paisajes increíbles.
Praia do Perigoso forma parte del Parque Estadual de Pedra Branca, que cuenta con más de 12 mil hectáreas de áreas preservadas con rica biodiversidad, manantiales y muchos animales típicos del bioma de la Mata Atlántica.
Además, el Parque posee otras cuatro playas casi inexploradas para visitar como Praia dos Búzios, Praia Funda, Praia do Meio y Praia do Inferno. Todas llenas de belleza natural y senderos ecológicos llenos de aventura, si bien algunos requieren alguna destreza en el senderismo por sus niveles de dificultad.
Pedra do Telégrafo
En el Parque de Pedra Branca de Barra de Guaratiba, también está la famosa Pedra do Telégrafo, un mirador desde el que se divisa toda la costa oeste de Rio de Janeiro y, en días despejados, incluso Ilha Grande, en la Costa Verde fluminense (la que conduce a las conocidas Ilha Grande, Angra dos Reis y Paraty).
El paseo está recomendado para ser realizado con guías, debido a que se trata de un sendero de 3,5 kilómetros con bifurcaciones y es considerado de dificultad baja a moderada. El pico posee 354 metros de altitud, y desde allí, se puede acceder a una vista privilegiada de la Restinga da Marambaia, de las playas de Grumari y Barra da Tijuca, y hasta de la Pedra da Gávea, en el corazón de la zona sur de la capital carioca.
Cómo llegar
Chile tiene más de 90 frecuencias semanales, directas o con escalas, a diversas capitales brasileñas, entre ellas Río de Janeiro.