“Estamos agónicos, en los descuentos”. Con esos conceptos describió la realidad actual de gran parte de los restaurantes del país, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo.
La situación es extremadamente crítica, advierte el representante gremial, especialmente en la zona sur del país, donde muchas comunas continúan en etapa de confinamiento (Fases 1 y 2), lo que impide a los locales gastronómicos poder funcionar, cuando se ha iniciado la temporada alta del sector turístico.
Y es que un número importante de las empresas del rubro ve como última opción para poder mantenerse con vida, abrir durante los meses estivales, ya que no pueden continuar sin ingresos por más tiempo ni sostenerse en los meses que vienen.
“Esto no se trata solo de una importante actividad económica que se está viendo gravemente afectada por los efectos de la pandemia, sino que aquí hay personas y familias completas que sus ingresos dependen de que los restaurantes puedan funcionar, y que hoy están viendo afectada su calidad de vida al no tener una remuneración con que sostenerse”, apunta Máximo Picallo.
“Hemos visto las manifestaciones pacíficas de muchos dueños y trabajadores de restaurantes en destinos turísticos del Bio Bío, La Araucanía, Los Lagos, Magallanes y otras zonas, que grafican la desesperación que están viviendo en este momento, tras prolongados meses sin poder abrir. Nuestro llamado es a que el Gobierno se haga cargo de esta situación y permita que los locales gastronómicos puedan volver a funcionar en comunas que están en Fase 2, especialmente ahora que comienza el verano, como única opción de que se puedan salvar del cierre”, enfatizó el presidente de Achiga.
En esta línea, Picallo pidió comprensión y empatía al Ejecutivo, y también a la banca, para que extienda el pago de los créditos Covid ante la dificultad de las empresas gastronómicas para generar ingresos y pagar los compromisos financieros adquiridos para mantenerse durante la actual crisis.
“Si bien en la Región Metropolitana hemos podido volver a operar con cierta normalidad, en distintas regiones del país eso no está ocurriendo y necesitamos visibilizar esa realidad, de manera que las autoridades presten atención a lo que allí está ocurriendo y permitan el funcionamiento en Fase 2, adoptando todos los resguardos sanitarios que ha implementado la industria gastronómica para funcionar, evitando riesgos de contagio”, plantea.
Agrega el directivo que “hay que tener en cuenta que por lo riguroso del clima, los restaurantes del sur requieren protocolos especiales para funcionar, particularmente ahora, donde la mayoría se juega en estos tres meses los ingresos del año”.
La voz de las regiones
En tanto, Rosa González, presidenta del mercado de Angelmó, en Puerto Montt, señala que “necesitamos volver a trabajar, porque se está iniciando la temporada alta, que para nosotros será nuestro salvavidas, ya que es cuando más ingresos logramos, lo que nos permite mantenernos el resto del año, en los meses que baja la asistencia de público”.
Opinión que es compartida por Claudia Illesca, representante del sector gastronómico de Los Ángeles, Región del Biobío, quien solicita a la autoridad sanitaria que los dejen trabajar en igualdad de condiciones, como cualquier otro rubro, adoptando todas las medidas sanitarias que se exige para funcionar. “Nos encontramos en un estado agónico y así no podemos seguir”, indicó.
A su vez, Jaime Jelincic, empresario gastronómico de Punta Arenas, afirma que “no es posible que nos sigan pidiendo paciencia, que hagamos el último esfuerzo, porque somos una región donde la industria turística lleva nueve meses cerrada y eso nos está afectando considerablemente a nosotros y nuestros trabajadores”.
Con todo, desde Achiga esperan un pronto pronunciamiento del Gobierno frente a esta solicitud de apertura en Fase 2, considerando que el verano comienza oficialmente en tres semanas más.