Con el fin de conservar el área costera mediterránea de Chile, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad (CMS) aprobó la creación del Santuario Marino Costero Piedra del Viento, ubicado en la zona de las playas de Topocalma y Puertecillo, en la comuna de Litueche, Región de O’Higgins.
Se trata de un hito muy importante para la región, ya que se crea una nueva Área Marina Protegida en la zona mediterránea (escasamente representada, hasta ahora, en términos de conservación), incorporándose cerca de 4.000 hectáreas de zona costera, marina y terrestre bajo la protección oficial del Estado.
“Con la creación del Santuario de la Naturaleza Piedra del Viento – Topocalma, estamos protegiendo una zona rica en biodiversidad con aves marinas y playeras que allí encuentran refugio. Además de la naturaleza, en esta zona buscamos conservar las prácticas tradicionales de pesca artesanal y un paisaje único, compatibilizando diversos usos, fomentando el desarrollo de un turismo y actividades deportivas que estén en armonía con el entorno”, dice la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Este lugar se destaca por su belleza escénica y rica biodiversidad. El Santuario Marino Costero Piedra del Viento es hábitat de diversas especies endémicas y en estado de amenaza, y también zona de descanso, refugio y reproducción de avifauna costera y acuática. Destaca el Humedal Topocalma, donde hay presencia de fauna y aves en categoría de conservación, y porque cuenta con lugares de nidificación y descanso para aves migratorias.
Conservación de la zona costera y desarrollo sustentable
Es importante destacar que, por primera vez en Chile, se incluyeron como parte de un Santuario las rompientes aptas para la práctica del surf y otros deportes acuáticos. En este caso, las que están ubicadas en la zona de Puertecillo y Topocalma, donde también se realizan actividades tradicionales de pesca artesanal y recolección de algas.
Así, con esta declaratoria de Santuario además se busca preservar y promover el patrimonio cultural vinculado con la práctica de recolección de algas de orilla, que en este sector es histórico, con registros desde hace unos 300 años.
“Este santuario constituye un esfuerzo significativo de entregarle valor a una zona central escasamente representada en términos de conservación costera en el país”, explica Juan Buttazzoni, abogado y uno de los directores de Fundación Rompientes, institución que desde hace tres años viene trabajando para promover la creación de este Santuario Marino Costero.
En tanto, Felipe Rodríguez, también director de la Fundación, detalla que los objetivos son conservar los ecosistemas marinos, fundamentales para el sustento de las comunidades costeras y locales de la zona. “La declaratoria de Santuario Marino Costero es sólo el primer paso para reconocer los invaluables atributos de este lugar, donde se aspira a conservar la biodiversidad y a promover el desarrollo sustentable”, comenta.
Esta iniciativa fue impulsada gracias al apoyo de sindicatos de pescadores, actores locales y de Fundación Rompientes, que ha contado, a su vez, con la colaboración de instituciones y entidades como Marine Conservation Institute, Patagonia, Save the Waves Coalition, Fundación Mar Adentro y del Ministerio del Medio Ambiente a través de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad y del Departamento Áreas Protegidas.
Acerca de Fundación Rompientes
Fundación Rompientes es una organización de conservación marina sin fines de lucro, cuya visión es proteger el borde costero en áreas donde existan rompientes aptas para la práctica deportiva, velando siempre por el desarrollo de las comunidades locales y protegiendo la biodiversidad marina y valor escénico del lugar. Además, ofrece una plataforma de servicios a las comunidades locales con el objetivo de preservar el patrimonio natural, mediante herramientas legales de conservación marina.