Un decreto del presidente Jair Bolsonaro publicado este martes (3 de diciembre) en el Diario Oficial de la Unión, liberó la privatización de tres parques nacionales brasileños considerados unidades de conservación federal, es decir que son áreas naturales creadas y protegidas por el poder público municipal, estadual o federal, en las cuales sólo se puede usar sus recursos naturales de forma indirecta.
Los terrenos liberados para la explotación privada son el Parque Nacional do Iguaçu (Paraná), Parque Nacional dos Lençóis Maranhenses (Maranhão) y el Parque Nacional de Jericoacoara en Ceará. La medida forma parte del Programa Nacional de Desestatización, vigente en Brasil desde la década de 1990 y que ha sido usado por diversos gobiernos para concesionar bienes y servicios al sector privado.
Según el decreto, el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) podrá ser contratado para preparar los estudios necesarios para las concesiones y para apoyar la supervisión de los servicios técnicos y la revisión de los proyectos que sean contratados.
La medida forma parte de una iniciativa del gobierno de Bolsonaro que apunta a incrementar el flujo turístico en Brasil, y que incluye no sólo la privatización de servicios e infraestructura, sino también la liberación del mercado aéreo a empresas extranjeras y facilidades para que ciudadanos de EEUU, Canadá, Australia, Japón y China obtengan visas para visitar Brasil.
Brasil recibe en la actualidad un promedio de 6,5 millones de turistas por año, y aspira a duplicar esa cifra en 2022.
Parque Nacional do Iguaçu (Paraná)
Área total de 67.620 hectáreas
Recibe 1,7 millones de visitantes por año por sus célebres Cataratas, que comparte con Argentina
Parque Nacional dos Lençóis Maranhenses (Maranhão)
Área total de 155 mil hectáreas, siendo 90 mil de dunas y lagunas
Recibe más de 100 mil visitantes por año
Parque Nacional de Jericoacoara
Área total de 8.416 hectáreas
Recibe cerca de 150 mil visitantes por año