“El gran silencio” es una experiencia artística que conjuga el teatro con artes mediales en un relato de ciencia ficción que expresa la conexión del universo con la sensibilidad humana.
En escena confluyen tres historias: un grupo de extraterrestres tiene como misión secreta adoptar un niño para experienciar la vida en familia, un grupo de científicas intenta descifrar un mensaje que recibe desde el espacio exterior y una pareja de viajeros intergalácticos visita la Tierra en distintos momentos de la historia de la humanidad.
El montaje, en tono de comedia, abre preguntas en torno a las relaciones humanas afectadas constantemente por un otro. El título, de hecho, hace referencia a la inmensidad del universo y la esperanza de recibir alguna respuesta desde el espacio exterior. Tras años de investigación científica, la única respuesta que la humanidad ha recibido sobre la existencia de vida inteligente en otros planetas es un gran silencio.
Para el actor Gabriel Cañas, la obra explora cuenta con un importante ingrediente humorístico que nos define como chilenos: “Tengo varios personajes, pero el principal es un hombre que es abducido por extraterrestres y luego tiene un Alien en su cuerpo. El trabajo actoral ha sido muy entretenido y desafiante al tratar de entender cómo es tener un cuerpo dentro de otro. También responder a la pregunta qué nos hace ser seres humanos. Y una de las cosas que nos define es pelar, es decir, hablar de otros; también la venganza, la justicia y la necesidad de vivir en comunidad con acuerdos y normas. Es una obra muy chistosa y chilena, porque es una radiografía sobre cómo somos nosotros hoy en día”.
La propuesta une una instalación lumínica del colectivo artístico Circo Virtual, con el texto dramático “El gran silencio” de la compañía Terrícola. Ambas compañías confluyen y se complementan en su búsqueda del ser humano, la existencia y el futuro de la humanidad.
“Hay una gran investigación sobre dispositivos lumínicos, que resultó en unos espejos curvos de acero. Al proyectar luz y humo sobre ellos, se genera algo increíble: aparecen figuras. Para nosotros es un mundo que remite mucho al universo, al espacio y a lo desconocido. El público se va a sorprender por el espectáculo lumínico, pero también al darse cuenta qué hacemos como especie, por qué nos importan ciertas cosas. Tiene mucho para deslumbrase visualmente y también para reírse, pensar y disfrutar”, comenta la actriz y codirectora, Daniela Castillo.
22 de junio al 9 de julio
Mi a Sá — 20.30 horas. Do — 19 horas
$7.000 Gral., $5.600 Personas mayores, $3.500 Estudiantes