Entre el 26 y 29 de septiembre recién pasado, la capital colombiana, abrió las puertas a la versión número 20 de la Feria Internacional de Arte de Bogotá, ARTBO.
La feria se desarrolló en un edificio de cinco pisos, en donde se pudieron apreciar propuestas innovadoras y vanguardistas de artistas, curadores, y galeristas.
La feria se desarrolló en un edificio de cinco pisos en donde se pudieron apreciar propuestas innovadoras y vanguardistas de artistas, curadores, y galeristas con la participación de más de 40 galerías de América y Europa, las que exhibieron obras de artistas de sus respectivos países.
Durante cuatro días el arte se tomó todos los espacios, incluyendo entidades culturales, museos, y universidades.
ARTBO lleva veinte años como la Feria Internacional de Arte de Bogotá y está considerado el encuentro oficial más importante para el mercado de arte de América Latina.
En la versión 2024 participaron galerías de Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Panamá, República Dominicana, como también de Alemania, España, Estados Unidos y Francia, las que exhibieron obras de aproximadamente 200 artistas.
La feria incluyó un circuito externo de galerías y museos que adhieren a la convocatoria que hace la Cámara de Turismo de Bogotá, que es la entidad que organiza este evento una vez al año, con el apoyo de ProColombia, agencia gubernamental que está a cargo de promover las exportaciones colombianas, el turismo internacional y la inversión extranjera a Colombia
La puesta en escena, en los cinco pisos que acogieron este ambiente artístico en el edificio de convenciones Ágora, fue impresionante. Había arte por donde se mirase, incluso en una instalación lumínica con textos que se iban desplazando en los costados de las escaleras mecánicas, obra de la artista visual brasileña de 78 años, Carmela Gross.
Además, había espacios para que los niños se conectaran con el arte; salas de conferencias, en donde se ofrecieron encuentros para conversar y discutir sobre las perspectivas del arte contemporáneo; stands con editoriales independientes, muestras de artesanía colombiana, food trucks, cafés, y un estupendo restaurant en los pisos superiores, con una vista panorámica de la ciudad de Bogotá.
Chile estuvo presente con la participación de la Galería de Arte de Isabel Aninat, quién expresó que considera que la feria es una excelente instancia para dar a conocer a artistas nacionales, y que las visitas de coleccionistas y curadores de diferentes partes del mundo colaboran a hacerla interesante, identificar tendencias emergentes, desafíos comunes y oportunidades en este mundo del arte.
