Hay experiencias en la vida que nunca se olvidan y quedan presentes para siempre en nuestra memoria. Navegar en el Estrecho de Magallanes es una de esas y poder además avistar ballenas, es algo único. El magno y conmovedor espectáculo que ofrecen estos majestuosos mamíferos sabios de los océanos, en estos asombrosos y prístinos paisajes australes, ofrecen una rebosante conexión con la naturaleza.
La temporada de avistamiento de ballenas en el Estrecho de Magallanes va desde el 1 de diciembre y se extiende hasta el 15 de abril, periodo que coincide con la llegada de las ballenas jorobadas a la zona, que migran hacia estas aguas ricas en alimento, durante el verano austral. ¿Pero qué significa el inicio de la temporada? Que las condiciones son óptimas para observar a estos cetáceos en su hábitat natural, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora y segura.
“Esta llamativa excursión atrae a los turistas por varias razones. Observar a estos majestuosos mamíferos en su entorno natural es una experiencia que permite apreciar la biodiversidad marina. Además, ofrece la oportunidad de aprender sobre el comportamiento de las ballenas y la importancia de su conservación. Y por último, capturar imágenes de ballenas en acción y vivir la emoción de su avistamiento, son aspectos que enriquecen la experiencia”, asegura Juan Pablo Solo de Zaldívar de Marketing de Solo Expediciones.
Por su parte, para Lilian Riquelme, presidenta de la Asociación de Alojamientos Turísticos de la Patagonia (Asatur), el avistamiento de ballenas genera un gran impacto emocional en quienes tienen la oportunidad de disfrutar de este tremendo espectáculo. “Curiosamente, siendo nosotros tan pequeños y las ballenas tan grandes, ellas tienen la capacidad de comunicarse con nosotros a través de una sensibilidad que todavía no somos capaces de entender bien, pero son emociones que quedan grabadas para siempre en el alma”, dice.
Y agrega: “Al no ser territorios de desarrollo industrial, nuestra región se ha mantenido prácticamente intacta. Así, Magallanes se ha posicionado en el mercado del turismo mundial por sus espacios, sus hábitat indemnes, tal cual la naturaleza los ha creado. Es decir, que podemos disfrutar de la amplitud de sus espacios no contaminados por el ser humano, de una gran biodiversidad, por una cultura que habita el entorno y los recursos biológicos que ofrece la región y que se convierten en un tesoro para el mundo”.
El avistamiento de ballenas ha contribuido significativamente al posicionamiento de la Región de Magallanes como un destino turístico de renombre mundial al diversificar la oferta turística, complementando atractivos como Torres del Paine y la Antártica, junto con ofrecer experiencias únicas en fauna marina. Además, promueve el turismo sustentable, fomentando prácticas responsables que atraen a turistas conscientes del medio ambiente desde todo el mundo.
“Para disfrutar de esta experiencia, existen programas ‘Full Day’, que suelen durar alrededor de 12 a 14 horas e incluyen navegación por el Estrecho de Magallanes, avistamiento de ballenas jorobadas y otras especies marinas, visitas a glaciares y paisajes naturales, y servicios como desayuno, almuerzo y guía bilingüe. Por ejemplo, el tour ‘Full Day Ballenas, Pingüinos y Glaciares’ ofrece una experiencia completa de avistamiento y exploración”, asegura Juan Pablo Solo de Zaldívar de marketing de Solo Expediciones.
Para llevar a cabo el avistamiento de ballenas de manera responsable, se deben seguir al pie de la letra prácticas estrictas como evitar acercarse demasiado a las ballenas para no interferir en su comportamiento natural, respetando su espacio y sin alterar su dieta o hábitos, utilizar embarcaciones con motores silenciosos, evitar la contaminación del agua y cumplir con las normativas establecidas para la protección de la fauna marina.
“Son animales muy grandes, majestuosos y con una inteligencia muy desarrollada. Muchas veces se comportan de forma curiosa y se acercan a las embarcaciones, donde los turistas quedan asombrados. Es importante recalcar que siempre se cumple con el reglamento general de avistamiento de cetáceos y otro tipo de animales como pinnípedos y aves, generando conciencia ambiental y explicando esta serie de normativas a los tripulantes” señala Nerea Royo, oceanógrafa y guía especializada de Solo Expediciones.
Además del avistamiento en embarcaciones, existe la posibilidad de desarrollar la actividad de ‘Kayak con Ballenas’, una experiencia íntima y ecológica de avistamiento. Los turistas navegan en kayak por áreas donde se encuentran las ballenas jorobadas, permitiendo una observación cercana, sin perturbar a los animales. En este sentido, los guías juegan un rol fundamental, ya que se busca que los visitantes no solo disfruten de la experiencia, sino que también se lleven consigo un mensaje de respeto y conservación hacia la naturaleza.
En otras palabras, buscan transmitir principios de turismo sustentable y conciencia ecológica con foco en ecosistemas locales, técnicas para minimizar el impacto ambiental, mediante la educación y sensibilización sobre la importancia de proteger el medio ambiente. “En Magallanes hay una gran biodiversidad marina que llama mucho la atención porque no la podemos encontrar en otros países del mundo. En el caso de las ballenas, disfrutamos de estos animales en un paisaje asombroso y puro. Este tipo de experiencias tienen un gran valor, ya que no quedan muchos lugares así en el planeta”, concluye la oceanógrafa, Nerea Royo.