A casi un año y medio de la catástrofe ocasionada por los mega incendios que afectaron severamente a pequeños y medianos propietarios de las regiones de O´Higgins y Maule el verano del 2017, la Corporación Nacional Forestal, CONAF, continúa desarrollando planes de trabajo que ayuden a mitigar el daño de los incendios forestales. Una de las medidas tomadas, es la implementación de voluntariado en el secano de estas regiones.
La renovación del convenio en materia de arborización comunitaria entre el Instituto Nacional de la Juventud, INJUV, y la Corporación, permite que este plan piloto de voluntariado juvenil actúe en comunas afectadas, reforestando terrenos de la comuna de Marchigue, de la región de O’Higgins, y Empedrado y San Javier, en la Región del Maule. A su vez, los jóvenes pueden contribuir a mejorar la calidad de vida de los beneficiarios, ya que para los propietarios, el bosque es su principal fuente de ingresos.
En la jornada del sábado 18 de agosto, en que los 150 primeros voluntarios iniciaron los trabajos de reforestación, el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, participó junto a ellos en el sector Las Garzas de Pailimo, comuna de Marchigue. La Región de O’Higgins perdió 112.000 hectáreas por el mega incendio del verano de 2017, de las cuales 35.000 hectáreas fueron de bosque nativo. Esta vez, se están plantando árboles nativos: 2.000 quillay y 1.500 maquis.
Esta iniciativa, que involucra a CONAF e INJUV, trabajará especialmente en predios de pequeños propietarios. Y así lo comprobó en terreno el director ejecutivo de CONAF, quien junto a autoridades regionales, encabezadas por el gobernador de la provincia de Cardenal Caro, Carlos Ortega, plantaron junto a los jóvenes y pudieron ver también como participan activamente personal de la municipalidad, de la escuela local, y agrupaciones de adultos mayores de la zona.
Uno de los aspectos que más destacó el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, “es que junto a los jóvenes con que hemos estado reforestando hoy, hemos recibido el cariño y agradecimiento de su propietaria, la señora Ema, con quien teníamos un compromiso desde que conocimos su situación y necesidad. Sabemos que con este tipo de iniciativas vamos a cumplir con la meta que nos hemos propuesto de reforestación, especialmente con los pequeños propietarios”.
Así también lo resaltó el director de CONAF Región de O’Higgins, Marcelo Cerda, quien señaló que “es importante sumarnos a estas actividades nacionales y ser pioneros en este tipo de voluntariado en reforestación. Estamos seguros que esta iniciativa no sólo beneficiará a las zonas dañadas por los mega incendios, sino que también a la comunidad y a los 150 jóvenes voluntarios de INJUV que están viviendo esta experiencia”.
El trabajo de reforestación y restauración ecológica, permite ejecutar actividades de voluntariado en materias de sustentabilidad social y ambiental, además que los jóvenes puedan observar, en terreno, la real magnitud del daño que dejaron los incendios forestales, y se complementan con acciones de prevención. Estas iniciativas logran que la comunidad sea parte del trabajo que se realiza día a día en terreno, donde CONAF está generando instancias que permitan crear conciencia, sobre la ayuda que se necesita para mejorar la calidad de los suelos que fueron arrasados por el fuego.