Atacar, en primer lugar, las causas humanas que inciden en que el humedal Rano Raraku se encuentre casi seco y sólo compuesto por charcos y lodazal, y, segundo, esperar los resultados de los estudios sobre la dinámica del humedal y cómo se relaciona con las actuales condiciones climáticas de la isla, fueron las recomendaciones de los especialistas convocados por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), para realizar un diagnóstico preliminar y así concretar acciones de mitigación que puedan revertir la situación.
Así lo explicó en un encuentro con la comunidad local, que se realizó en el mismo humedal, la jefa provincial de CONAF Isla de Pascua, Ninoska Huke, quien expresó que tras comprobarse la situación de sequedad que se evidencia en este humedal icónico de la isla, la Corporación logró contar con la colaboración del Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI), la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) y GP Consultores, concretándose la participación de tres especialistas, el biólogo David Vélez, la botánica Rachel Cousi, y el hidrogeólogo Cristóbal Cox.
En el encuentro, los especialistas expusieron ante la comunidad, compuesta especialmente por técnicos locales y autoridades, incluyendo la Mesa Técnica del humedal Rano Raraku, constituida por la Gobernación, los resultados de los estudios de investigaciones anteriores y del trabajo en terreno efectuado, donde realizaron mediciones en el humedal y revisión de la cartografía.
Uno de los aspectos que más resaltó Ninoska Cuadros es la necesidad de enfrentar el problema del humedal como una señal de advertencia respecto a la gestión de los recursos naturales de la isla. Cabe resaltar que la hipótesis inicial de trabajo es el cambio climático, que se evidencia en este humedal y otros más pequeños. Desde hace 10 años que Rapa Nui viene con una baja en las precipitaciones y el año pasado el déficit fue superior al 44%. Si bien siempre ha existido intermitencia de ciclos húmedos y secos, en los últimos años estos ciclos presentan precipitaciones menores, señalándose como una de las causas el fortalecimiento de dos anticiclones que rodean la isla y bloquean las lluvias. Y se agrava la situación, tomando en cuenta que la única fuente de agua potable de la isla son las lluvias.
En cuanto a la situación específica del humedal Rano Raraku, el biólogo de la Universidad de Chile y asociado a ESMOI, David Vélez, destacó que mientras no se estudien todas las variables hay que ser muy prudentes con las medidas a tomar y puso como ejemplo la solicitud comunitaria de extraer la totora del humedal. Sin embargo, aclaró que no es recomendable su extracción, porque estas plantas ayudan a disminuir la evaporación.
En este mismo sentido, el hidrogeólogo de GP Consultores, Cristóbal Cox, llamó a tomar medidas inmediatas en torno a las causas humanas que afectan al humedal, como la erosión por caballares y vacunos en el entorno de la laguna y el consumo de agua que hacen de la misma. Además, sobre el planteamiento de inyectar agua dulce de manera artificial, dijo que era muy riesgoso, porque amenaza el delicado equilibrio que tienen estos ecosistemas, por lo que solicitó prudencia y esperar a recabar más datos sobre el fenómeno que vive el humedal y ahí tomar medidas avaladas técnica y científicamente, para revertir esta situación.