La necesidad de diversificar la oferta de las viñas, la importancia del trabajo en equipo y la urgencia de una mayor velocidad del Estado para que se ajuste a los tiempos del sector privado, son los más importantes aspectos que se requieren para que el enoturismo pueda desarrollarse con fuerza en nuestro país. Así quedó establecido durante el seminario “Luces y sombras del Enoturismo en Chile”, organizado por la Asociación de Periodistas de Turismo de Chile (APTUR), con el apoyo de INACAP y que tuvo lugar en las dependencias de la sede Apoquindo del referido instituto profesional, en el marco de la semana de celebración del Día Nacional del Vino chileno.
Ante un numeroso público, conformado por periodistas, empresarios del sector turismo, académicos y estudiantes, expusieron los panelistas Gonzalo Rojas, gerente del Programa Meso Regional de Enoturismo y Enrique Rodríguez, co fundador de Compass Wine Tour, quienes analizaron tanto los aspectos positivos como los desafíos y amenazas que enfrenta el sector.
En forma previa, el presidente de APTUR, Antonio Faundes Merino, en su saludo a los presentes destacó la importancia de esta actividad y anticipó que éste es uno de una serie de encuentros en que se abordarán las luces y sombras de diversas áreas del turismo nacional. También manifestó la inquietud de la entidad ante la ausencia de Chile de la primera Conferencia Mundial sobre Enoturismo, efectuada el mismo día por la Organización Mundial de Turismo (OMT), en la región vinícola de Kakheti (Georgia), hasta donde llegaron los principales países productores de vino del mundo y que lideran el desarrollo del también llamado “turismo de bodegas”. “Si queremos estar entre los grandes, no debemos ausentarnos de estas citas que ayudan a posicionar al país a nivel mundial. Sí estuvo presente Argentina”, manifestó.
Asimismo, el director de la sede Apoquindo de Inacap, Gabriel Leonard, saludó también a los presentes destacando el embrujo que rodea al mundo del vino, el cual ya no se puede concebir sin el complemento de la gastronomía, además del patrimonio cultural e histórico que lo compone.
LUCES Y SOMBRAS
Gonzalo Rojas destacó la importancia del trabajo que está desarrollando el Programa Meso Regional de Enoturismo, que está inserto en el Programa Estratégico de Enoturismo Sustentable y que pretende generar una oferta de calidad y diferenciada a fin de atraer a esta actividad, además de turistas extranjeros a visitantes de nuestro propio país. Rojas manifestó que Chile es el cuarto exportador mundial de vino (8,0%); que el producto llega a 150 países del mundo con la marca Chile, y que es un primer actor relevante de los países del Nuevo Mundo.
Agregó que nuestro país que tiene un importante paisaje cultural del vino; diversidad en potenciales terroirs y tipos de vinos; bodegas tradicionales con historia junto a bodegas modernas con mayor desarrollo tecnológico y arquitectónico.
Destacó que entre 2005 y 2015 las visitas a viñas tuvieron un crecimiento del 21,3%, y que los visitantes extranjeros proceden de diferentes partes del mundo, en especial de Brasil, EE.UU., China, Reino Unido y España.
Dijo que en Chile hay más de 50 viñas sustentables y certificadas con el “Certified Sustainable Wine of Chile” y que tienen complementariedad con otras actividades, como turismo gastronómico, turismo de naturaleza, turismo de salud, etc. Sin embargo, reconoció que aún son relativamente pocas las viñas que ofrecen productos vinculados a la cultura del vino.
En tanto, Enrique Rodríguez, al referirse a las sombras de la actividad, hizo notar como principales falencias, la falta de un trabajo en equipo por parte de las viñas, ante el temor de unas a la competencia de las otras, sin considerar que la unión hace la fuerza en este tema y que la llegada de turistas permitirá el crecimiento de todos los involucrados.
Del mismo modo, fue enfático en recalcar la lentitud del trabajo que realiza el Estado, con una estructura muy estática que le impide moverse al ritmo del sector privado. Ello, dijo, frena las opciones de un real aporte del Estado a los empresarios ya que se dificulta el acceso a los recursos disponibles. También criticó la falta de un catastro de viñas que considere a todas las que existen hoy en el país, que son más de 600, pero de las cuales solamente un 40 por ciento figura en las estadísticas de Sernatur.
Del mismo modo, llamó a los empresarios a no esperar todo del Estado. “Esperamos que el Estado nos ayude, pero eso no es suficiente. Uno es quien debe ponerse las pilas”, manifestó.
Rodríguez destacó el rol de las nuevas tecnologías y el uso que hacen de ellas los turistas, quienes cada vez que visitan una viña postean información u opinión sobre su experiencia, la cual puede ser buena o mala. Y esto deben asumirlo las viñas, las que deben esforzarse por diversificar su oferta, de modo que se haga más atractivo visitar más de una viña a los turistas y no como ocurre ahora en que la mayoría repite el mismo cuento a los visitantes, por lo cual con ir a una ya no les interesa seguir a otras.
El encuentro finalizó con una ronda de preguntas del público asistente sobre diversos aspectos de interés, en los cuales se dejó en evidencia la falta de conectividad vial entre las viñas de una misma zona, la necesidad de una mayor señalética pública y la urgencia del desarrollo de infraestructura habilitante por parte del Estado.