El Carnaval llegó a Brasil de la mano de los colonizadores portugueses entre los siglos XVI y XVII, manifestándose inicialmente a través del entrudo, un juego popular que consistía en lanzarse líquidos por sorpresa, una práctica que llegó a ser prohibida por las autoridades. Con el tiempo, la celebración adoptó otras formas, como los bailes de máscaras.
La aparición de sociedades carnavalescas contribuyó a popularizar la fiesta, y a partir del siglo XX, el surgimiento del samba y de los desfiles de las escolas. El apoyo gubernamental fue crucial para que el Carnaval se consolidara como una gran celebración cultural y un negocio crucial para el sector de servicios.
Aunque el de Río de janeiro es su Carnaval más conocido, en otros estados las fiestas son tan atractivas, lujosas y populares como en la capital carioca.
San Pablo
La fiesta ya comenzó, con decenas de blocos (comparsas) que se despliegan por la ciudad los fines de semana.
La corte carnavalesca (el Rey Momo, la reina de carnaval y las princesas) es coronada en enero y el ambiente ya se prepara para que la mayor ciudad de América del Sur abra paso a las más de 800 comparsas, que por ley deben estar registradas y autorizadas por la prefeitura (gobierno municipal).
El broche de oro es el desfile competitivo de las escolas en el sambódromo de Anhembí, pautado este año para los días 9 y 10 de febrero, con 14 agrupaciones que buscan el premio mayor, con el lujo y despliegue que forman parte de la tradición de la ciudad más populosa de Brasil.
Salvador
La capital de Bahía celebra uno de los carnavales más cotizados, con cuatro millones de participantes en su última edición; estrellas musicales de primera línea suelen ser parte del menú de shows del circuito de una fiesta que tiene componentes de sincretismo cultural atractivos y originales.
El Carnaval podría generar 2.000 millones de reales (unos 400 millones de dólares) para la economía de Salvador y se espera que 800.000 turistas visiten la ciudad, según estima el gobierno municipal.
El barrio colonial Pelourinho es el epicentro de ensayos y shows de precarnaval desde fines de enero, y en la costanera, cientos de miles de personas se suman a la música de los tríos eléctricos que desfilan por los circuitos de Barra-Ondina y Campo Grande-Avenida Sete, vecindario donde se presentan músicos y cantantes de gran popularidad.
El desfile del «afoxé» Filhos de Gandhi (Hijos de Gandhi, todos vestidos como el líder independentista indio), una mezcla de escola y organización religiosa, es una síntesis imperdible del sincretismo bahiano. El año pasado, las estrellas del Carnaval de Salvador fueron Ivete Sangalo, Claudia Leitte, Carlinhos Brown, Timbalada, Alok, Saulo Fernandes, Xamã y Bell Marques.
Recife y Olinda
Ni samba, ni candomblé: el frevo es el ritmo característico de la fiesta, animada por trompetas y trombones. El circuito entre Recife y Olinda (ciudad colonial a siete kilómetros de la capital del centro de Recife), en el estado de Pernambuco, constituye una de las fiestas más plurales e intensas de Brasil.
En Olinda, el precarnaval comenzó el 5 de enero, y en Recife, arranca oficialmente el 26 de enero con un recital de Ney Matogrosso, BaianaSystem y Manu Chao en el Pavilhão do Centro de Convenções de Olinda.
Aunque las festividades se celebran por varios puntos de ambas ciudades durante los fines de semana, la movida empieza formalmente la noche del primer sábado de Carnaval con el desfile del Hombre de la Medianoche, un muñeco gigante que sale a pasear en hombros de la multitud por las pendientes de Olinda; el desfile de muñecos gigantes es uno de los detalles más pintorescos y notables del Carnaval pernambucano, diferente de todo lo que se puede ver en el resto del país.
La alegría y el baile continúan en la ciudad histórica durante las mañanas y las tardes, con desfiles de comparsas (blocos) y música en directo. Por la noche, la fiesta se desborda en la plaza Marco Zero, en Recife, donde tienen lugar grandes espectáculos de artistas de renombre nacional e internacional.
Uno de los momentos más destacados es el desfile del gigantesco bloque callejero «Galo da Madrugada», que congrega a multitudes el primer sábado de Carnaval, por la mañana, en el centro de la ciudad.
Belo Horizonte
El Carnaval de Belo Horizonte es el que más crece en Brasil. La fiesta se extiende a todas las regiones de la capital de Minas Gerais y, en su edición de 2023, atrajo a cinco millones de personas.
Este año, ya se anotaron para bailar en las calles más de 530 comparsas. Una de sus características únicas son los Blocos Caricatos, comparsas tradicionales surgidas en la década de 1940. El precarnaval en Belo Horizonte tiene lugar el sábado y el domingo anteriores a la fiesta oficial y llega a ser tan animado y multitudinario que el propio Carnaval, con desfiles de comparsas y shows. En 2023, el Carnaval de Belo Horizonte generó ingresos a la ciudad por 720 millones de reales, unos 145 millones de dólares.
Florianópolis
El precarnaval comienza el 28 de enero como antesala de la fiesta de Floripa, que se llama «Carnaval Magia», y consiste en celebraciones públicas y otras con pago de entrada en varias zonas de la ciudad, como la costanera norte y la costanera continental.
Las escolas de samba de la ciudad organizarán talleres técnicos abiertos al público en la pasarela Nego Quirido los días 20, 27 y 28 de enero, mismo lugar donde el 1 de febrero se coronará al Rey Momo, que dará el pistoletazo de salida oficial a las fiestas.
Una de las citas imperdibles del Carnaval es el «Bloco dos Sujos» (18 de febrero a las 13 horas), que desfila en el centro de Florianópolis, una comparsa donde los hombres se disfrazan de mujeres y viceversa. En la pasarela Nego Quirido, la multitud también se reúne para disfrutar del evento carnavalesco más esperado: el desfile de las escuelas de samba locales, los días 10 y 11 de febrero.
«Baiacu de Alguém», la fiesta tradicional de Santo Antônio de Lisboa, es una de las más recomendadas: el precarnaval comienza el 28/01 y la celebración de Carnaval está prevista para el 20/02.
Allí, la diversión está garantizada en uno de los lugares de mayor relevancia histórica de la isla, antiguo centro de inmigración procedente de las Azores.
Cómo llegar
Desde Chile, existen actualmente 114 vuelos semanales a Brasil, y frecuencias directas y con escalas a Río de Janeiro (también las hay a Santa Catarina, Bahía, Alagoas, Ceará y São Paulo). Se prevé que la red aérea entre ambos países alcance los 164 vuelos semanales en enero de 2024.