SAN PEDRO DE ATACAMA.- Recientemente declarada Santuario de la Naturaleza, tras la publicación en el Diario Oficial del Decreto Supremo Nº95, la Laguna Tebenquiche, ubicada en el extremo norte del Salar de Atacama será el primer sitio en contar con una moderna estación de monitoreo, a cargo de la Unidad de Medio Ambiente del Consejo de Pueblos Atacameños Lickanantay (CPA), constituyéndose como un verdadero hito para el resguardo del territorio.
Francisco Mondaca, coordinador general de la Unidad de Medio Ambiente del CPA, manifestó que “dicha estación entregará informes periódicos con respecto a niveles, temperatura y presión del agua en el sistema lagunar, de manera remota y continua. Esto nos ayudará a estudiar el comportamiento de la laguna, complementado con el monitoreo de otros parámetros físicos, químicos y bióticos (seres vivos que componen un medio específico e interactúan entre sí), lo que permitirá establecer una completa observación de los ecosistemas en su conjunto y asociarlos adecuadamente a través de metodologías poco usuales en Chile, complementada con estudios de análisis satelital, reconstrucciones paleoclimáticas y otras».
Actualmente las compañías mineras emplazadas en el territorio no disponen aún de la tecnología con la que hoy cuentan las 18 comunidades que forman parte del Consejo. “Queremos demostrar a las empresas y al Estado cómo se debe realizar en profundidad un monitoreo y de esta forma elevar los actuales estándares”, agregó Mondaca.
En tanto, Sergio Cubillos Verasay, presidente del Consejo de Pueblos Atacameños, destacó la relevancia de la puesta en marcha de dicha estación. “El día de hoy hemos cumplido un hito histórico para nuestro pueblo, nos sentimos emocionados y muy esperanzados de lo que hoy iniciamos. Felicitamos a nuestros profesionales y en especial a los 36 representantes de las comunidades que hoy marcan el camino, inician una aventura sin precedentes en este país que lo único que ha hecho hasta ahora es favorecer a los grandes empresarios. Hoy comenzamos a tomar el futuro en nuestras manos”, afirmó.
Para contar con datos fidedignos, el monitoreo de los ecosistemas se extenderá por un período indefinido de tiempo, estudio al que pronto se irán sumando nuevos puntos de medición. “Estamos utilizando todas las herramientas que existen en la actualidad para monitorear como corresponde un santuario de la naturaleza, son instrumentos de última generación, inocuos para la vida silvestre que habita en la laguna Tebenquiche”, concluyó Cubillos.
“Pedir permiso a los ancestros, a la tierra”
Previo a la instalación de los instrumentos de monitoreo en la laguna, las comunidades de Coyo y Solor, en conjunto con el equipo de profesionales, monitores y estudiantes tesistas que apoyan las labores de la unidad realizaron un Waki, tradicional ceremonia por la cual se pide permiso a la tierra y a los ancestros para intervenir un territorio, al mismo tiempo que representa una acción de gracias.
Jordan Jofré Lique, geólogo de la UMA-CPA, explicó que «en cierta forma, esta ceremonia viene a reforzar la aprobación de las comunidades con lo que estamos haciendo y nos conecta con la cosmovisión de quienes han habitado por generaciones este espacio. Nos permite al equipo darle un sentido verdadero al trabajo que hacemos, es volver a la esencia, ya que lo que hacemos no es trabajar para una empresa que busca explotar la tierra, al contrario, queremos ser un aporte en la protección de estos frágiles ecosistemas para que puedan continuar disfrutándolos las futuras generaciones”.