GINEBRA.– La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) ha instado a los gobiernos a que aceleren la relajación de las restricciones de viaje a medida que el COVID-19 continúa evolucionando hacia la etapa endémica.

IATA ha pedido:

  • la eliminación de todas las barreras de viaje (incluidas la cuarentena y las pruebas de diagnóstico) para quienes cuenten con pauta completa de vacuna aprobada por la OMS;
  • eximir de cuarentena a los viajeros no vacunados y con resultado negativo en la prueba de antígenos antes de la salida;
  • retirar las prohibiciones de viaje, y
  • acelerar la relajación de las restricciones de viaje como prueba de que los viajeros no representan un mayor riesgo de propagación de COVID-19 que el que ya existe en la población general.
La evidencia científica es cada vez más clara respecto a la ineficacia de las restricciones y prohibiciones de viaje impuestas por los gobiernos para controlar la propagación del COVID-19, dice IATA.

La evidencia científica es cada vez más clara respecto a la ineficacia de las restricciones y prohibiciones de viaje impuestas por los gobiernos para controlar la propagación del COVID-19, dice IATA.

“Con la experiencia de la variante ómicron, la evidencia científica es cada vez más clara respecto a la ineficacia de las restricciones y prohibiciones de viaje impuestas por los gobiernos para controlar la propagación del COVID-19. Las medidas no están funcionando. Hoy ómicron está presente en todas las partes del mundo. Por ello, viajar, salvo escasas excepciones, no aumenta el riesgo para las poblaciones en general. Los miles de millones gastados en hacer pruebas a los viajeros serían mucho más efectivos si se asignaran a la distribución de vacunas o al fortalecimiento de los sistemas de atención médica”, dijo Willie Walsh, director general de IATA.

Evidencia

El estudio reciente de Oxera and Edge Health[i] ha demostrado el impacto extremadamente limitado de las restricciones de viaje para controlar la propagación de ómicron.

El estudio revela que:

  • si las medidas[ii] extraordinarias del Reino Unido con respecto a ómicron hubieran estado vigentes desde principios de noviembre (antes de la identificación de la variante), el pico de la ola de ómicron se habría retrasado solo cinco días, con un 3% menos de contagios.
  • La ausencia de pruebas de diagnóstico a los viajeros habría adelantado el pico de la ola de ómicron siete días, con un 8% más de contagios.
  • Ahora que ómicron tiene una gran prevalencia en el Reino Unido, si se retirasen todos los requisitos de las pruebas de diagnóstico para viajar, el número de contagios y hospitalizaciones por ómicron no se vería afectado.

“Si bien el estudio se centra exclusivamente en el Reino Unido, está claro que las restricciones de viaje en cualquier parte del mundo no han evitado la propagación del COVID-19, incluida la variante ómicron. El Reino Unido, Francia y Suiza lo han reconocido y se encuentran entre los primeros países en comenzar a eliminar las restricciones de viaje. Y esperamos que el resto de los gobiernos sigan su ejemplo. Acelerar la eliminación de las restricciones de viaje será un paso decisivo para convivir con el virus”, dijo Walsh.

Con respecto a las prohibiciones de viaje, la semana pasada, el Comité de Emergencia de la OMS confirmó su recomendación de “levantar o aliviar las prohibiciones de los viajes internacionales, ya que no añaden valor y solo contribuyen a aumentar el estrés económico y social que experimentan los Estados. El fracaso de las restricciones de viaje introducidas después de la detección y notificación de la variante de ómicron para minimizar su propagación a nivel internacional pone de relieve la ineficacia de tales medidas a lo largo del tiempo”.

¿Qué sucederá cuando el COVID se convierta en una enfermedad endémica?

Todos los indicios apuntan a que el COVID-19 se está convirtiendo en una enfermedad endémica, pero la humanidad ahora tiene las herramientas (como la vacunación y la terapia) para vivir y viajar, y seguir aumentando su inmunidad.

Esto está en línea con el consejo de los expertos en salud pública para cambiar el enfoque de las medidas basadas en el estado de salud del individuo hacia un enfoque que se centre en la protección de toda la población. Es importante que tanto los gobiernos como el sector de los viajes estén bien preparados para la transición y listos para eliminar las medidas que obstaculizan los viajes.

“La situación actual provocada por las restricciones de viaje es un desastre. El problema se llama COVID-19. Pero parece que existen más soluciones para gestionar los viajes y el COVID-19 que países a los que viajar. De hecho, según una investigación del Instituto de Política Migratoria existen más de 100.000 requisitos para viajar en todo el mundo que complican la gestión de los viajes a pasajeros, aerolíneas y gobiernos. Estos dos años de experiencia nos allanarán el camino para encontrar soluciones coordinadas que nos permitan volver a viajar con normalidad cuando el COVID-19 se vuelva endémico. Esa normalidad debe reconocer que los viajeros, con muy pocas excepciones, no representarán mayor riesgo que el que existe en la población general. Por ello, no se deben imponer más restricciones a los viajeros que las que se aplican a la comunidad en general”, dijo Walsh.

Prioridades de vacunación

Las políticas de vacunación mutuamente reconocidas serán fundamentales a medida que nos acercamos a la fase endémica. Viajar sin barreras es un poderoso incentivo para la vacunación. La sostenibilidad de este incentivo no debe verse comprometida por políticas de vacunas que compliquen los viajes o desvíen las vacunas desde donde pueden hacer un bien mayor. A continuación se detallan los problemas que deben abordarse:

  • Vacunas aceptadas: no todas las vacunas de la lista de uso de emergencia de la OMS cuentan con reconocimiento universal, lo que plantea una barrera para viajar dada la gama limitada de vacunas en cada país.
  • Validez: no existe consenso sobre la validez de las vacunas. Esto supone una barrera para viajar, ya que el criterio para las dosis de refuerzo depende de cada gobierno. Los períodos de validez excesivamente cortos, que requieren que los pasajeros aéreos reciban regularmente vacunas de refuerzo para los viajes internacionales, consumirán recursos que podrían destinarse a la vacunación primaria en los países en desarrollo, y las dosis de refuerzo, para la población más vulnerable. La científica jefe de la OMS ha pedido que se usen dosis de refuerzo “para proteger a los más vulnerables, para proteger a aquellos con mayor riesgo de padecer una enfermedad grave y de morir, como […] poblaciones de edad avanzada, personas inmunodeprimidas con afecciones subyacentes, pero también personal sanitario”.
  • Prioridades de distribución: los llamamientos de la OMS y de los expertos en salud para la equidad de las vacunas no tienen alcance universal. Solo la mitad de los estados de África han podido vacunar a más del 10 % de su población, mientras que muchos países desarrollados están acortando la validez de la vacunación y considerando segundas rondas de refuerzo. Esto representa una barrera para los viajes y ejerce presión sobre los recursos de las pruebas de diagnóstico en zonas del mundo donde la distribución de vacunas está retrasada.

“Es necesario abordar de forma urgente algunos aspectos críticos relacionados con las vacunas. Europa está consensuando un período de validez de nueve meses para las vacunas primarias, pero esta decisión no es universal. Y aún no se ha abordado la validez de la dosis de refuerzo. Dada la importancia del primer trimestre del año para las reservas de los viajes de la temporada estival en el hemisferio norte, es necesario brindar certeza a los viajeros potenciales lo antes posible. Los gobiernos han declarado su intención de apoyar la recuperación de los viajes. Y urge abordar el problema de la validez de la vacunación”, dijo Walsh.

Cooperación entre industria y gobiernos

En octubre, la declaración ministerial de la Conferencia de Alto Nivel de la OACI sobre el COVID-19 hizo un llamamiento para “una visión compartida para la recuperación de la aviación”. En noviembre, IATA publicó From Restart to Recovery, una guía para reconectar el mundo basada en la simplificación, previsibilidad y funcionalidad. Es un modelo para volver a conectar el mundo siguiendo los principios clave de simplicidad, previsibilidad y pragmatismo.

“La reacción exagerada de muchos gobiernos contra ómicron justifica el objetivo de esta guía: la necesidad de medios sencillos, previsibles y prácticos para convivir con el virus y que impidan desconectarnos constantemente de la realidad. Hemos visto que las medidas desproporcionadas a los viajeros conllevan muy poco beneficio para la salud pública, pero unos costes económicos y sociales muy elevados. Debemos centrarnos en que los viajes internacionales no sufran mayores restricciones que las que puedan imponerse a la hora de visitar una tienda, asistir a una reunión pública o viajar en autobús”, dijo Walsh.

Travel Pass de IATA

El éxito de Travel Pass se refleja en el número creciente de aerolíneas que ya lo utilizan en sus operaciones diarias para respaldar la validación de credenciales de salud para viajar.

“Sea cual sea la normativa para los requisitos de vacunación, la industria podrá gestionarlos con soluciones digitales, como Travel Pass, una solución con una aceptación cada vez mayor en la red global”, dijo Walsh.

[i] El estudio de Oxera and Edge Health ha sido encargado por el Aeropuerto de Mánchester.
[ii] El Reino Unido ha reemplazado el requisito de la prueba de antígeno dentro de los dos días posteriores a la llegada por una prueba de antígeno antes de la salida y una prueba PCR posterior a la llegada con aislamiento hasta que los resultados estén disponibles.