Durante los meses de verano los chilenos prefirieron destinos nacionales por sobre los internacionales, creciendo en un 15% respecto al año anterior, siendo Isla de Pascua una de las opciones preferidas para quienes buscan salir de la rutina, disfrutar de la cultura Rapa Nui y descansar en playas polinésicas de arena blanca y aguas turquesa. En Viajes Falabella comentan que, a la fecha, Isla de Pascua ha tenido un peak de ventas en febrero, creciendo en un 80% respecto al mes de enero, tendencia que esperan se mantenga para los primeros meses del a temporada baja.
“Con un aumento del 110% en las reservas durante febrero, ya duplicamos las ventas alcanzados durante enero, marcando un precedente de como los destinos nacionales han sido protagónicos durante esta temporada. Esperamos que esta tendencia se mantenga para los meses de marzo y abril, donde ya se detecta un incremento respecto al año anterior”, indica Pedro Escobedo, gerente de Marketing de Viajes Falabella.
A la isla, ubicada a 3.756 kilómetros de Santiago, se puede llegar tras un vuelo de 5 horas y 40 minutos, para encontrar una amplia oferta hotelera, gastronómica e increíbles paisajes llenos de cultura Rapa Nui. La isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1995, develando el valor ancestral de las enormes y misteriosas estatuas de hasta 22 metros de altura y 200 toneladas de peso.
Desde Viajes Falabella comentan que la tendencia de verano se sostendría hasta el mes de abril, donde los denominados rezagados de verano -generalmente parejas jóvenes sin hijos- aprovechan los precios que llegan a ser hasta un 30% más baratos que en los meses de enero y febrero, destacando las ventas para Isla de Pascua, Iquique, Puerto Varas y Punta Arenas.
“Para esta temporada baja ya contamos con paquetes a Isla de Pascua de 5 días y 4 noches desde los 622.660 por persona, que incluyen vuelos, traslados, alojamiento en hotel 3 estrellas con desayuno e impuestos hoteleros, tour full day con launch box, dos tours de medio día a Ahu Akivi y a Orongo, ambos lugares de valor arqueológico y patrimonial de la isla”, comenta Pedro Escobedo.
Desde la agencia recomiendan descubrir la isla en tours o de manera independiente, destacando la cantera de los moai Rano Raraku, el cerro Maungo Eo, el ascenso al volcán Rano Kau y finalmente disfrutar de las paradisiacas playas de Anakena, Ahu Nau Nau o la solitaria Ovage, que en su geografía polinésica presentan arena blanca, aguas color turquesa y espacios con corales para disfrutar de la fauna marina.
“La isla está llena de actividades y recorridos gratuitos, permitiendo a los turistas estar tanto en la ciudad como en las montañas y praderas de alrededor de la isla, descansar en la playa o hacer actividades como los paseos en barcas que se llevan a lugares para hacer snorkel, arrendar un kayak, disfrutar de los shows artísticos, e incluso hoy en día aprovechar la oferta comercial como las características camisas polinésicas y una gastronómica llena de productos marinos como el atún, langosta, camarones y el rape rape, un tipo de langosta nativa de la zona”, recomienda Pedro Escobedo de Viajes Falabella.