Toro, en Zamora, España, escenario permanente de manifestaciones enraizadas con el sentir del pueblo que ha sabido hacer de lo popular una seña de identidad, espera con ilusión la llegada de la Semana Santa.
Esta antigua tradición, nacida del fervor espontáneo de las gentes toresanas que les empujaba a mostrar sus sentimientos en las fechas de la Pasión, dio paso posteriormente al nacimiento de las primeras cofradías de la mano de las órdenes religiosas, siendo en el siglo XV la primera con la Orden Franciscana.
Y así, siglo tras siglo, se ha mantenido y enriquecido con la emoción y el compromiso de quienes se saben orgullosos valedores de sus propios legados. Importantes tallas procesionan estos días por las calles de la ciudad cermeña, cobrando especial protagonismo actos como el rezo de las “Cinco Llagas”, que se celebra el Miércoles Santo y que congrega a numeroso público para compartir este emotivo y antiguo rito religioso, la Bendición de los Conqueros o “Cagalentejas”, que tiene lugar el día de Jueves Santo y en el que los cofrades hacen juramento de silencio portando la típica conca de catar vino, con la que piden limosna para la cofradía o la Procesión de Nuestro Padre Jesús y Ánimas de la Campanilla que se celebra el Viernes Santo y que está considerada como una de las más largas de España.
La Semana Santa que se completa con la Procesión de la Borriquilla el Domingo de Ramos, la Procesión del Santísimo Cristo del Amparo el Lunes Santo, el Traslado en Procesión del Santo Ecce-Homo el Martes Santo, el Acto de “Vestir Santos” y el Vía Crucis Procesional el Miércoles Santo, la Procesión de las Damas de la Soledad el Sábado Santo y la Procesión de Jesús Resucitado el Domingo de Resurrección. Programa completo de la Semana Santa en: https://www.toroayto.es/download/festejo/festejo2.pdf
Que ver en Toro
Con el “Padre Duero” a sus pies, Toro ha sido a lo largo de los siglos testigo de numerosos hechos históricos. Pasado que ha dejado un importante legado en forma de patrimonio monumental que puedes descubrir esta Semana Santa.
Edificios increíbles como la Colegiata de Santa María la Mayor con su majestuosa Portada de la Majestad, esculpida en piedra en el siglo XIII que conserva su policromía original o las iglesias mudéjares de San Lorenzo el Real con el sepulcro gótico-flamenco de los Castilla-Fonseca y el retablo de Fernando Gallego; San Salvador de los Caballeros, en la actualidad Museo de Arte Sacro; la iglesia del Santo Sepulcro que perteneció a la Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro; la Ermita de Nuestra Señora de la Vega que guarda la imagen del Cristo de las Batallas, patrón de la ciudad y San Pedro del Olmo, en cuyo ábside se pueden ver restos de pinturas murales góticas que forman uno de los núcleos más importantes de este estilo arquitectónico en Castilla y León dan forma al inmenso catálogo monumental de la ciudad.
Este magnífico patrimonio que se completa con un numero importantes de iglesias de diferentes épocas y estilos, pero igualmente interesantes y varios conventos entre los que destaca el Real Monasterio de Sancti Spíritus fundado por la infanta portuguesa Teresa Gil y en el que sobresalen la cubierta morisca, la colección de Sargas del siglo XVI y el sepulcro de alabastro del siglo XV de la reina Dª Beatriz de Portugal; el Alcázar, palacios como el de los Condes de Requena o el de los Marqueses de Castrillo, la Torre del Reloj, el teatro Latorre, la Plaza de Toros, las puertas del Mercado, de Catalina y de Corredera o las bodegas del Ayuntamiento, de la Cámara Agraria y del Palacio de los Condes de Requena, reflejo de la antiquísima tradición vitivinícola de Toro.
Gastronomía y vinos
A la hora de sentarse alrededor de una mesa es obligado tener en cuenta la excelente calidad de sus quesos, elaborados y curados respetando la tradición; los exquisitos embutidos, con el Chorizo Zamorano a la cabeza, sin olvidarnos del lomo embuchado y fresco ibérico, el salchichón, la morcilla, la panceta o la cecina; los productos de la huerta, reconocidos por su calidad; las frutas de temporada y hortalizas frescas que, junto con el cereal, los viñedos y los cultivos de regadío hacen de Toro la despensa de la provincia de Zamora. Variada es también la oferta en lo que se refiere a platos típicos.
Utilizando siempre productos de primera calidad de sus fogones salen elaboraciones contundentes, entre las que podríamos citar las sopas de ajo, el rabo de toro estofado al vino tinto o el bacalao a la tranca, y de postre algo tan delicioso como arroz con leche y castañas. Por supuesto, no podemos despedirnos sin reconocer la extraordinaria calidad de sus vinos que aquí ya se elaboraban antes de la llegada de los romanos, como atestiguan algunos restos arqueológicos hallados.