El mayor país de América del Sur, Brasil, cuenta con paisajes inolvidables y admirados por viajeros de todo el mundo, donde todos quieren tomarse una foto para compartirla.

Playas, monumentos, bibliotecas, ríos exuberantes o experiencias extremas, estos son los 15 más requeridos, vistos a través de Instagram.

1.- Escalera de Selarón, Río de Janeiro

Ubicada entre los tradicionales barrios de Lapa y Santa Teresa de la capital carioca, esta escalera de 125 metros y 215 peldaños es considerada una obra de arte viva, que cambia con el paso de los años. Fue intervenida por el artista plástico chileno Jorge Selarón en 1990 y desde entonces es renovada de modo constante. Para visitarla hay que llegar a la esquina de Teotônio Regadas y Joaquim Silva. Se puede ir en metro (estación Cinelandia – Líneas 1 y 2)

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2.- Real Gabinete Portugués de Lectura, Río de Janeiro

Uno de los secretos mejor guardados de Río, es considerada una de las bibliotecas más importantes de Brasil. Fundada por un grupo de inmigrantes portugueses en 1837, alberga más de 350.000 ejemplares, entre ellos la primera edición de la epopeya de Camões, Os Lusiadas, obra fundamental de la literatura portuguesa. El edificio actual es de estilo neomanuelino y fue diseñado por el arquitecto Rafael da Silva e Castro. Sus salones de lectura son muy representativos de la arquitectura lusa.

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3.- Corcovado, Río de Janeiro

El más célebre y alegórico monumento carioca, saludado por poetas y artistas, es uno de los lugares que hace que Río sea considerada Patrimonio Natural de la Humanidad (Unesco) y una de las Siete Maravillas del Mundo. El cerro de Corcovado, enclavado en el Parque Nacional de Tijuca, es más conocido por el Cristo Redentor, la estatua de 38 metros que abre sus brazos a los visitantes. La vista de Río desde el Corcovado es completa, ya que incluye desde la zona Sur al Centro. La entrada sale entre 16 y 19 dólares por persona, incluyendo el acceso al monumento, y las multitudes dificultan la foto de recuerdo del paseo. La sugerencia es visitar el Corcovado antes de las ocho de la mañana o después de las 18, para una visita más tranquila y mejores imágenes.

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4.-  Museo do Amanhá, Río de Janeiro

El Museo del Mañana es un museo de ciencias aplicadas que explora las oportunidades y desafíos que enfrentará la humanidad en las próximas décadas desde la perspectiva de la sostenibilidad y la convivencia. Inaugurado en diciembre de 2015 por la Ciudad de Río de Janeiro, depende del gobierno municipal y de donantes privados. Diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, su emplazamiento es impresionante, en plena zona portuaria de Río. Imperdible, pero las filas para entrar son pesadas: mejor comprar las entradas por anticipado.

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5.- Lençóis Maranhenses, Maranhão

Considerado como uno de los más bellos escenarios brasileños, este parque nacional abarca varios municipios del estado de Maranhão. Ubicado a las orillas del Rio Preguiças, forma un paisaje cautivante y paradisíaco. Sus atracciones más buscadas son la Lagoa Azul y la Lagoa Bonita, una suerte de oasis en medio de las extensas dunas de arena.

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6.- Jalapão, Tocantins

El Parque Jalapão se ubica a unos 300 kilómetros de Palmas, capital de Tocantins. El “cerrado” o la sabana brasileña es un paisaje natural que cuenta con ríos, formaciones rocosas y varias especies de la fauna muy atractivas para quienes practican ecoturismo. El atractivo más fotografiado en la cascada (cachoeira) do Formiga, un manantial de agua verde esmeralda.

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7.- Vista Chinesa-Mesa del Emperador (Parque Nacional da Tijuca), Río de Janeiro

El paraje es tan hermoso que era el elegido por la familia real, cuando Río fue la sede del imperio de Portugal (1822-1889). Ubicada en medio de la selva de Tijuca, en la ruta que conecta al Jardín Botánico con el Alto da Boa Vista, la Vista Chinesa es una construcción con formas orientales que ofrece una vista amplísima donde entran la Lagoa Rodrigo de Freitas, las playas de Leblon e Ipanema, el Morro Dois Irmãos, el Pão de Açúcar y el Corcovado. Unos 700 metros encima de la Vista Chinesa está la Mesa del Emperador, que en el siglo XIX era el lugar elegido por el monarca y su familia para contemplar la ciudad y huir de sus calores. No hay transporte público para acceder al lugar, pero sí taxis que deben tomar la Rua Pacheco Leão, en el barrio de Jardín Botánico, seguir por la Estrada da Castorina y entender que la vía es común a autos, ciclistas y peatones.

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8.- Fernando de Noronha, Pernambuco

Arenas doradas, vida marina y aguas cristalinas: la combinación espectacular que buscan los amantes de uno de los sitios más hermosos de Brasil. Considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, el archipiélago está formado por 21 islas e islotes. La Praia dos Porcos, la de Leões y la Bahía de Sancho han sido electas varias veces como las mejores del planeta por publicaciones especializadas. Los amantes del buceo encuentran en Noronha su paraíso en la tierra.

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9.- Salvador, Bahía

La capital del Estado de Bahía conserva un patrimonio histórico y cultural reconocido por la Unesco. El famoso Pelourinho es visita obligada para los turistas, además de las casi 300 iglesias de diversa arquitectura y esplendor, distribuidas por toda la ciudad. La Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim es una de las atracciones más fotografiadas por su belleza y sincretismo entre las culturas europea y africana.

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10.- MAUP – Museo de Arte Urbana do Porto, Rio de Janeiro

El MAUP es una plataforma virtual que tiene su correspondiente físico en la zona portuaria de Santo Cristo, Gamboa y el Boulevard Olímpico. Está integrado por obras de Street art y Graffitis, localizados en dos rutas que pueden recorrerse a pie. Los amantes del arte urbano pueden programar visitas guiadas por medio del sitio web y conocer un poco más sobre las obras y los artistas.

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11.- Chapada Diamantina, Bahía

Es un parque nacional situado a 300 kilómetros de Salvador. Sus 152 mil hectáreas albergan un panorama espectacular para los amantes del senderismo. Dos de sus mayores atractivos son el Morro de Pai Inácio, desde donde puede verse toda la Chapada, y el Morro do Chapéu, llamado así por su forma de sombrero, en donde se preservan miles de variedades de orquídeas que atraen a fotógrafos amateurs y profesionales.

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 12.- Bonito, Mato Grosso

Lugar ideal para el buceo fluvial y las visitas espeleológicas. Ubicado en el estado Mato Grosso do Sul, tiene características peculiares, con aguas extremadamente cristalinas, permitiendo a los buzos contemplar gran variedad de peces y especies acuáticas. Toda su infraestructura tiene como principio un celo por el cuidado del medioambiente.

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13.- Trancoso, Bahía

Cercana a Porto Seguro, esta villa es una de las paradas obligadas para quienes vacacionan en la zona.  Arenas blancas y aguas cálidas, el paraje se ha convertido en lugar de culto para los amantes del surf, el kayak y los paseos a caballo a la orilla del mar. Tiene un centro histórico que data de 1586 y una infraestructura que permite moverse a distintas localidades, como Arraial D’Ajuda y la Praia do Rio da Barra, una de las pocas con agua dulce de ese destino.

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14.- Pão de Açúcar 

La cadena formada por los cerros de Urca y Pao de Açúcar se enlaza a través del celebérrimo teleférico, más conocido como «bondinho» que es otro paseo obligatorio de Río de Janeiro. Desde arriba se puede divisar toda la Bahía de Guanabara, el Corcovado, la Piedra de Gávea, Copacabana, Botafogo y Niteroi. El bondinho sale de Urca y tiene dos paradas que se alcanzan en tres minutos de viaje: el morro de Urca (227 metros) y el Pão de Açúcar con sus 396 metros de altura. Con precios de 12 dólares para niños y 24 para adultos, el acceso se extiende hasta las 20 horas y el regreso tiene como límite las 21, para quienes quieren disfrutar de vistas nocturnas.

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15 . Pedra da Gávea, Rio de Janeiro

Es una de las colinas más conocidas por los cariocas, pero no tanto por los turistas: se trata de un monolito a la orilla del mar que alcanza los 844 metros, erosionada en la punta y comparable con la estructura de las carabelas. Es más alta que el Corcovado, por lo que la vista es aún más impresionante, pero no hay medios de ascenso para neófitos. Los conocedores recomiendan contratar guías en agencias de turismo autorizadas, quienes proveen las cuerdas y equipos de seguridad para que la aventura sea accesible. Desde la cumbre se divisan Barra de Tijuca a un lado, y del otro San Conrado, la favela Rocinha, Leblón, Ipanema y Copacabana, la célebre zona sur de la capital carioca.

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Más información en www.visitbrazil.com