El Centro Interactivo de los Conocimientos, complejo que comprende el Museo Interactivo Mirador (MIM), Túnel Universo, Plaza Solar, las Escuelas Talleres y un extenso entorno natural; inauguró la primera fase del Jardín Interactivo Adriana Hoffmann, un nuevo espacio de cinco hectáreas que busca promover y educar en torno a la protección y sostenibilidad del medio ambiente natural.
La inauguración de la primera fase de este proyecto contó con la presencia de Irina Karamanos, presidenta de la Fundación Tiempos Nuevos; Julieta Brodsky, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; Claudio Urtubia, director ejecutivo de la Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA); Claudia Lagos, subsecretaria de Educación Parvularia; Enrique Rivera, director ejecutivo del MIM; y comunidades de científicos, artistas, vecinos, vecinas y defensores de la naturaleza; quienes además participaron de la primera plantación comunitaria, de varias que contempla la iniciativa.
El hito representa el inicio de un proyecto que posibilita el rescate de una zona de 50.000 metros cuadrados que nunca había sido abierta al público, la cual se está transformando, desde la museografía, la botánica, el paisajismo y la sustentabilidad, para generar un ambiente natural que ponga en valor y represente la diversidad de la flora nativa del país de norte a sur.
“Si no incorporamos dentro de esta cultura la conciencia, difícilmente vamos a poder resolver el problema desde lo científico y lo tecnológico, entonces las humanidades son fundamentales en ese sentido. El aporte de Adriana Hoffmann es fundamental, y lo que estamos haciendo es preservar su memoria y su legado, en términos del trabajo activista de conciencia socioambiental y de amor a la naturaleza, porque de esa manera podemos contagiar esa idea hacia la comunidad y a las más de 1000 personas que nos visitan diariamente, para así hacernos cargo de este contexto de emergencia climática”, expresó Enrique Rivera, director ejecutivo del MIM.
Ya se han plantado más de 6.000 plantas y árboles nativos y pronto se sumarán huertos comunitarios, un invernadero, una casa de semillas, senderos, pasarelas y módulos interactivos, combinando la contemplación, recreación, concientización, educación, investigación y conservación.
Si bien el proyecto completo está pensado a largo plazo, puesto que está determinado por el tiempo que los organismos vivos demoran en crecer, desde la próxima semana comenzará a recibir a grupos de visitantes exploradores, quienes podrán recorrer el espacio y participar de una actividad medioambiental educativa por medio de visitas dirigidas por mediadores del museo y previa inscripción.
“Nos enorgullece que se realicen iniciativas que pongan en valor a la naturaleza, el cuidado y conservación de la flora nativa de nuestro país, para incentivar la contemplación, promover actividades recreativas y generar conciencia sobre la naturaleza. Y es muy relevante poder contar con más áreas verdes en la zona sur de la Región Metropolitana, que es la zona que cuenta con menos espacios naturales para la comunidad, porque lo que estamos haciendo finalmente es democratizar el acceso a la naturaleza”, comentó Irina Karamanos, presidenta de la Fundación Tiempos Nuevos (MIM).
El Jardín Interactivo Adriana Hoffmann contempla la creación de un bosque esclerófilo, que es un ecosistema que solo existe en cinco lugares del planeta, donde el más importante está en la zona central de Chile, y es el más amenazado por la crisis climática y la actividad del ser humano, el cual cumple un rol importante en el ciclo del agua y en la conservación del suelo, aspectos claves ante el inminente avance de la desertificación y sequía.
“La inauguración de este jardín es un símbolo del trabajo que está realizando el MIM para abrirse a la comunidad. Los barrios San Gregorio, Joao Goulart y Yungay, en La Granja, nunca lo han sentido como un espacio propio, y finalmente eso es lo que queremos transformar también como gobierno, generar que este sea un espacio público donde los vecinos vengan a desarrollar una vida comunitaria. Y sabemos que el ejercicio de trabajar la tierra en conjunto y plantar árboles es una forma de generar lazos sociales, tan importantes para restaurar un tejido social”, comento Julieta Brodsky, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
El bosque está siendo creado con el Método Miyawaki, que permite hacer crecer a las especies diez veces más rápido sin usar métodos artificiales, sin dañar ecosistemas, y a la vez restaurando el suelo, respetando las especies nativas y abriendo nuevos hábitats para la biodiversidad.
El espacio será un verdadero refugio tanto para la biodiversidad como para las personas, conteniendo especies como Belloto del Norte, Boldo, Peumo, Quillay, Maitén, Algarrobo o Espino, entre muchas otras. Por otro lado, proveerá hábitat a la fauna de la zona, especialmente aves e insectos, quienes ejercen un importante rol como polinizadores y dispersores de semillas.
Su nombre es un homenaje a la botánica Adriana Hoffmann, incansable defensora de los bosques y de la biodiversidad de nuestro país, quien falleció en 2022 a la edad de 82 años, dejando un legado invaluable de conocimiento y amor por la naturaleza.
Un nuevo espacio natural para vecinos y vecinas
El Jardín Nativo Adriana Hoffman, representará un espacio de encuentro entre la comunidad y la naturaleza, emplazado en la zona sur de Santiago, donde se encuentran las comunas con menor acceso a áreas verdes por habitante de la Región Metropolitana, y que requieren fortalecer el acceso social a la naturaleza, por tanto, su creación también democratizará el acceso a la naturaleza en el marco del concepto de Transición Ecológica Justa.
La propuesta contempla un cerco vivo denso que permita reducir el ruido y polvo, provenientes del área recreativa del Parque Brasil, que se encuentra adyacente a la zona del proyecto, para favorecer un ambiente propicio para una experiencia que invite a la reflexión y contemplación por parte de los visitantes, y sobre todo de vecinos y vecinas, pues la idea es que este espacio vuelva a ser el patio donde jugaban antes de que se instalará el museo.
Entornos naturales como este son vitales en cuanto a los servicios ecosistémicos que puede prestar, como proporcionar espacios verdes que conecten a la ciudadanía con la naturaleza, regulación de la temperatura, control del polvo, ser un hogar natural para la vida y la diversidad, y beneficios emocionales, psicológicos y de bienestar para las comunidades que viven en el entorno.
Ver video de la inauguración de primera etapa del Jardín: