Desde el viernes 12 de abril, la sala Pacífico del Centro Cultural La Moneda está exhibiendo más de 150 obras del pintor, docente y filósofo latinoamericano Joaquín Torres García, uno de los artistas más influyentes de la primera mitad del siglo XX.

“Obra Viva” presenta un recorrido por la vida y el legado del artista, con obras realizadas en una gran variedad de técnicas -como óleo sobre tela, pintura sobre papel, cartón, madera, juguetes articulados y publicaciones- que revelan su desbordante creatividad. La curaduría es un trabajo conjunto entre el Museo Torres García y el equipo del Centro Cultural La Moneda, encabezado por su directora, Beatriz Bustos.

“Esta co-curaduría ha permitido reunir una muestra única, que incluye obras del Museo Torres García, piezas provenientes del Museo Nacional de Artes Visuales de Uruguay, del Museo de la Solidaridad y, también, de colecciones privadas, lo que transforma a esta exposición en una oportunidad para contemplar obras poco exhibidas, con una mirada integral al universo de Torres García”, explica Beatriz Bustos.

Esta exposición es un viaje por el mundo del reconocido artista uruguayo, que revisa desde las creaciones del ámbito de lo familiar hasta su actividad como maestro y su evolución como artista y pensador, sus obras tradicionales y la creación del Universalismo Constructivo. “Es una muestra inédita porque nunca se había llegado a mostrar los distintos universos de Torres García en relación entre ellos”, apunta Alejandro Díaz, director del Museo Torres García.

Algunas de sus obras

La muestra da cuenta de su trayectoria y sus facetas. Se exhibe desde su primera obra, “Retrato del Señor Gandelbeu”, realizada en 1886, cuando tenía solo 12 años; y se presenta también su escritorio original, traído desde Montevideo. Ocupan un lugar muy importante sus juguetes, que después se comercializarían como “Juguetes Aladdin” y que revelan lo más lúdico del artista; esas creaciones incluyen los teatritos que construyó para sus hijos, que son expuestos junto a sus decorados y personajes intercambiables. Estas piezas, así como las de la sección dedicada a su familia, muestran la perspectiva más íntima de Torres García.

La exposición “Obra Viva”, que estará abierta hasta el 28 de julio de este año, busca convocar tanto a los adultos como al público infantil. Por ello, se exhibe una mesa con réplicas de Torres García, que podrán ser manipuladas por los asistentes, para experimentar la creatividad a través del juego como motor del arte, una de las premisas del artista uruguayo. “Tanto en esta exposición, como en la de J.M.W Turner que está en Sala Andes, quisimos dar la señal de que con muy poco, con una materialidad mínima, se puede crear y construir grandes obras e interpelar las emociones”, concluye Bustos.