Santo Antonio de Lisboa es el barrio colonial en donde se encuentra el primer registro del desembarco de los portugueses en la isla de Florianópolis, en Brasil.

Playa Santo Antônio de Lisboa, Florianópolis. (Foto Roberto Zacarias SECOM, Gobierno deSanta Catarina).
El origen de esta inmigración es de pescadores de la Isla de las Azores, quienes en la época del Brasil colonial poblaron este rincón que, con el paso de los años, se transformó en un barrio imperdible para quienes buscan tranquilidad, una linda caminata que asemeja un viaje en el tiempo y una zona de servicios gastronómicos refinados. Los pueblos originarios bautizaron a la región como Rerituba, que significa “abundancia de ostras” en tupí-guaraní.
Ubicado en la región central de la isla, a mitad de camino entre el centro de Florianópolis y las playas del norte como Canasvieiras y Jureré, y a 27 km del aeropuerto, Santo Antonio de Lisboa es el destino perfecto para los amantes de la arquitectura, la historia, la gastronomía de calidad y los paisajes, que son ideales para capturar las fotos más memorables de la capital de Santa Catarina.
El lugar cuenta con posadas familiares atendidas por sus dueños y se convirtió en uno de los principales destinos de inversión de departamentos para alquilar en la temporada, en medio de los bosques, que le dan un aire único a este rincón de “Floripa”.
El gran símbolo del barrio es la seguidilla de fachadas coloniales de casas frente al mar tranquilo, las cuales rodean al símbolo de la zona, la Iglesia de Nuestra Señora de las Necesidades, construida en 1750 y reformada en estilo barroco. Con altares tallados y detalles arquitectónicos preservados, recibió incluso la visita del emperador Dom Pedro II en 1845. Las calles empedradas y casonas coloniales le otorgan a los visitantes la sensación de estar en una Florianópolis que vibra a un ritmo distinto.
Santo Antonio de Lisboa conserva celebraciones heredadas de la cultura de la Isla de las Azores, como el Terno de Reis, y además posee un centro de producción artesanal con telares, cerámica, pinturas y toda la inspiración en el folklore local.
El barrio también se destaca por ser un polo de atracción de arte contemporáneo de nivel internacional en las tiendas Casa Açoriana Artes y Tramóias Ilhoas. La sala de cine Paradigma también vuelve diferente al lugar, con su programación de cine independiente o de culto al que acuden los cinéfilos desde todos los rincones de Florianópolis.

Santo Antonio de Lisboa, Florianópolis. (Foto Ricardo Wolffenbüttel, SECOM, Gobierno de Santa Catarina).
Así como en toda la isla, en Santo Antonio de Lisboa la influencia portuguesa late más fuerte y hay gran variedad de gastronomía inspirada en los sabores del mar y de las ostras que se cultivan a pocos metros de los restaurantes. Entre los más importantes, se encuentran Villa do Porto (ubicado en el caserón que hospedó al Emperador Dom Pedro II), Marisqueira Sintra (especializado en bacalao y mariscos) y la Freguesia Oyster Bar (donde se crían ostras para comerlas acompañadas de tragos o simplemente de la clásica caipirinha).
La playa, una extensión de arena pequeña, es el escenario para contemplar unos de los mejores atardeceres de Santa Catarina rodeado de barcos pesqueros pequeños de madera y con la posibilidad de alquilar, por hasta 100 reales al día (unos 17.000 CLP), una tabla para stand up paddle o un kayak, aprovechando las aguas calmas de Santo Antonio de Lisboa.