Durante el mediodía del domingo 24 de septiembre se realizó una mesa técnica encabezada por el director nacional de SENAPRED, Álvaro Hormazábal, y la directora nacional (s) de SERNAGEOMIN, Alejandra Ávila; la cual contó con la participación telemática de representantes regionales del Sistema de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED), oportunidad en la cual el organismo técnico informó el cambio de la alerta técnica del volcán Villarrica, pasando de Amarilla a Naranja.
A través de un Reporte Especial de Actividad Volcánica (REAV), el organismo técnico informó que la decisión se fundamenta en que desde ayer (sábado 23 de septiembre) se ha observado un incremento paulatino de la energía y ocurrencia en las señales tipo tremor (asociadas a movimientos de fluidos) llegando la máxima a 64.7 cm2 de desplazamiento reducido (DR), con una señal acústica asociada de 21.8 Pascales (Pa) y valores de anomalías térmicas altas, con un máximo de 107 Mw.
A su vez, los valores de RSAM han llegado a máximos de 5.82 um/s, considerados altos para este volcán. Superficialmente, se han observado explosiones estrombolianas que generan emisiones de material piroclástico de tipo balístico en la zona proximal al cráter y dispersión del material fino, incandescencia y detección de anomalías térmicas. Lo anterior sugiere que el sistema volcánico ha evolucionado hacia una fase de mayor inestabilidad.
Al respecto, la directora nacional (s) de Sernageomin, Alejandra Ávila, explicó que “después de un análisis exhaustivo de los y las profesionales de nuestra Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV), donde todos los antecedentes recabados por nuestras estaciones de monitoreo instaladas en el volcán Villarrica, nos muestran una actividad anormal del macizo, que justifica el cambio de alerta técnica a naranja. Lo importante es que las diversas instituciones del SINAPRED cuentan con información técnica de lo que está sucediendo, incluyendo el mapa de peligros potenciales. Sernageomin monitorea 24/7 y en línea los volcanes más activos del país desde el Observatorio Volcanológico de Los Andes del Sur (OVDAS) y estamos permanentemente informando los cambios que se producen en ellos y especialmente en el Villarrica”.
Ávila agregó que “el radio de exclusión es de 8 kilómetros desde el centro del cráter activo, por lo tanto, llamo a la ciudadanía a respetar las instrucciones al respecto que se entregarán por las diferentes instituciones del SINAPRED”.
En tanto, el director nacional de SENAPRED, Álvaro Hormazábal, indicó que “en atención a los antecedentes técnicos proporcionados por SERNAGEOMIN, que indican el aumento de la actividad del volcán Villarrica, y en coordinación con las delegaciones presidenciales regionales de La Araucanía y Los Ríos, se actualizará la Alerta Amarilla que se mantiene vigente para las comunas de Villarrica, Pucón, Curarrehue y Panguipulli, lo que vendrá acompañado por un reforzamiento del monitoreo técnico del comportamiento del volcán y la determinación de medidas para el resguardo de la población. En este contexto, en virtud de las facultades estipuladas en la Ley 21.364 y en consideración del nivel de riesgo, se ampliará a 8 kilómetros el perímetro de seguridad alrededor del cráter, restringiendo el acceso a dicha zona, por lo que reiteramos el llamado a la comunidad a respetar esta disposición, evitando exponerse de forma innecesaria a situaciones de peligro y siguiendo en todo momento las orientaciones de las autoridades”.
Volcán Villarrica
Ubicado a 83 kilómetros de Temuco y 760 de Santiago, es un estratovolcán cuyas erupciones más recientes (años 1984 y 2000) han sido del tipo “estrombolianas” (en alusión al macizo italiano), las cuales se caracterizan por columnas eruptivas de baja altura, y bajo volumen emitido. El 2015 fue su última erupción.
El volcán Villarrica comenzó su actividad hace unos 650.000 años. Ha desarrollado erupciones explosivas y efusivas, con emisión de material magmático, esencialmente, de composición basáltica a andesítico-basáltica, en forma de flujos de lava, caída de tefra (cenizas), flujos piroclásticos y lahares.
Producto de su actividad explosiva postglacial se generaron voluminosos flujos piroclásticos y la formación de calderas.
Los flujos más importantes se generaron hace 13.900 y 3.900 años, con volúmenes de 10 y 3 km3, con la formación de dos calderas de 6,5 y 2,2 km de diámetro respectivamente.
Desde el año 1558, se han producido al menos 49 erupciones, principalmente de carácter efusivo. La erupción más importante del siglo XX se registró en 1948, con el desarrollo de flujos piroclásticos de pequeño volumen que afectaron el flanco occidental del volcán.