Entre los meses de marzo y mayo, las orcas se toman el protagonismo de la Península de Valdés, en la Patagonia Argentina, para impresionar a miles de turistas que visitan la zona para avistar su particular forma de caza.
Durante estos meses, en pleno período de crías de lobo marino, estos hermosos ejemplares se sitúan en el extremo norte de la Península, impulsando sus cuerpos hacia la orilla para acechar a sus presas. Este proceso permite contemplar al cetáceo en su máximo esplendor, que destaca en el paisaje por su prístina mezcla de blancos y negros.
Un espectáculo único en el mundo, que ofrece un panorama impresionante sobre la naturaleza salvaje y las conductas propias de este magnífico animal marino.
Si bien las orcas residen todo el año en la Península de Valdés y pueden ser avistadas gracias a la oferta que tiene la zona de tours náuticos, son estos los meses más recomendados para quienes quieren vivir la experiencia de conocer de cerca a este ejemplar, como también, entre los meses de septiembre y diciembre, donde repiten la hazaña de caza con las crías de elefantes marinos.
El mejor lugar para observar este varamiento intencional de las orcas es Punta Norte, ubicado a 76 kilómetros de Puerto Pirámides, que cuenta con senderos y miradores accesibles para quienes quieran disfrutar del espectáculo. Mientras que el mejor horario para verlas es durante la marea alta y el mar calmo, que les permite realizar esta hazaña y regresar a las profundidades del océano.
Otro lugar donde se puede repetir la experiencia es en Caleta Valdés, entre los meses de septiembre y diciembre.
Las orcas de la Península de Valdés
Estos ejemplares viven entre 50 y 80 años, y se agrupan -generalmente- en familias matriarcales, lideradas por la hembra mayor. Pueden tener una longitud de unos nueve metros, en el caso de los machos, y de seis en el de las hembras.
En la zona hay 23 ejemplares identificados, que incluso reciben nombres por parte de los estudiantes de la escuela de la Península de Valdés.
En 1974 fue la primera vez que se pudo observar esta particular forma de caza, con la aparición de Bernardo y Mel, dos machos que hicieron juntos los varamientos hasta 1993, año en que Bernardo desapareció.
Mel siguió visitando las costas solo y terminó convirtiéndose en la orca más famosa del mundo, luego de ser filmada por los equipos de National Geographic y BBC. El 16 de marzo de 2011 fue el último día en que se vio a Mel, pero el espectáculo natural se siguió repitiendo con los demás ejemplares que viven en la zona.