Una vez más Toro nos sorprende con un amplio programa de actividades culturales que, junto a sus encantos patrimoniales, gastronómicos y enológicos, hacen del periodo estival un verano para vivirlo en Toro.
Esta agenda cultural incluye las Noches de Toro, el evento ya asentando en la cartelera toresana que cumple este año su cuarta edición y la novedosa Iberoamericana de Toro, la exposición de arte contemporáneo que reúne a las artistas iberoamericanas de arte contemporáneo más importantes del momento.
LAS NOCHES DE TORO
Un año más la Plaza Toros será el escenario donde artistas, humoristas y magos ofrecerán sus espectáculos para amenizar las noches toresanas. Un evento recuperado hace cuatro años que tiene sus orígenes en un festival celebrado en la ciudad hace más de tres décadas y que reunió en Toro a los grupos más importantes de la época.
En esta nueva edición los participantes seleccionados son: el monologuista Álex Clavero (30 de julio, 22:30 horas), la cantante Alba Molina (31 de julio, 22:30 horas), los cantantes Zenet (6 de agosto, 22:00 horas), Andrés Suárez (7 de agosto, 22:00 horas), Recycled J (12 de agosto, 22:00 horas), el doble concierto protagonizado por Kutxi Romero y Los Motores (13 de agosto, 22:00 horas) y el grupo vallisoletano Celtas Cortos (14 de agosto, 22 horas). El cartel se completa con el musical Coco (1 de agosto, 21:30 horas), el violinista Ara Malikian (8 de agosto, 21:30 horas), el mago Jorge Blass (14 de agosto, 22:00 horas) y los humoristas Faemino y Cansado (16 de agosto, 22:00 horas).
LA IBEROAMERICANA DE TORO
Esta iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Toro y el Gabinete de la Sociedad de Amigos de las Artes es una exposición de arte contemporáneo en la que las protagonistas son artistas iberoamericanas.
Más de 30 artistas y 150 obras estarán expuestas hasta el 15 de septiembre en diferentes edificios históricos de la ciudad, teniendo como país invitado en esta primera edición a México. Precisamente este país aportará 20 artistas que mostrarán su trabajo más actual en diferentes soportes: viodearte, fotografía, pintura o libro de artistas e instalaciones con el objetivo de reivindicar el papel de la mujer como artista, favoreciendo el diálogo de igualdad entre mujeres y hombres del mundo de arte.
El elenco de artistas mexicanas que participan en esta primera edición son Susana Casarín que presenta en su obra “Realidades y deseos” la discriminación que sufren las personas transgénero en zonas marginales de México, Ximena Pérez Grobet expondrá sus libros, Flavia Tótoro Taulis su serie pictórica “Sinópticos” y las artistas María Eugenia Chellet, Sarah Minter, Ximena Cuevas, Grace Quintanilla, Inmaculada Abarca, Lysette Yoselevitz y Mónica Dower “Cuerpo, dolor y sombras”, una serie de videoperformances. Todas estas obras se pueden admirar en el Pabellón de México situado en la Casa de la Cultura–Palacio de los Marqueses de Castrillo.
En La Iberoamericana de Toro, 12 artistas españolas de reconocido prestigio nacional de internacional expondrán sus obras más icónicas, manteniendo un diálogo con las obras de arte antiguo que habitualmente se encuentran en edificios como las iglesias del Santo Sepulcro, San Sebastián de los Caballeros, San Lorenzo el Real y San Agustín y en el anteriormente citado Palacio de los Marqueses de Castrillo.
Algunas de las artistas españolas presentes en este importante evento cultural son: Pepa Mora, Natalia Pintado, Marina Núñez, Susana Guerrero, Mar Solís, Gloria García Lorca, Rut Olabarrí, Eva Rodríguez y Marina Vargas.
QUE VER EN LOS RATOS LIBRES
Esta apretada agenda estival dejará tiempo libre para descubrir una de las ciudades más atractivas, sorprendentes y acogedoras de Castilla y León. Fruto de la importancia que Toro ha tenido a lo largo de la historia han llegado hasta nuestros días un importante catálogo de edificios históricos. A la cabeza la Colegiata de Santa María la Mayor con su magnífica Portada de la Majestad; las iglesias de San Lorenzo el Real, San Salvador de los Caballeros, Santo Sepulcro y San Pedro del Olmo y la ermita de Nuestra Señora de la Vega y templos mudéjares que hacen de Toro un importante núcleo de este estilo arquitectónico, sin olvidarnos de otros templos como San Julián de los Caballeros, Santísima Trinidad, Santo Tomás Cantuariense, San Sebastián de los Caballeros y Santa Catalina de Roncesvalles, los monasterios de Santa Sofía, el Real Monasterio de Sancti Spíritus, el Real Monasterio de Santa Clara y los conventos de San José, de la Purísima Concepción y San Cayetano y PP Mercedarios.
Su incontestable importancia histórica se ve también reflejada en palacios como el de Valparaíso, de las Bolas, el de la Nunciatura, el de los Condes de Requena, el de los Marqueses de Castrillo, el de Bustamante, el de los Marqueses de Alcañices y el de las Leyes.
La oferta patrimonial y artística se completa con la Plaza de Toros y el Teatro Latorre, magníficos ejemplos de la arquitectura popular española, la Torre del Reloj o las bodegas tradicionales subterráneas como la del Ayuntamiento, la de la Cámara Agraria y la del Palacio de Condes de Requena que se pueden visitar con la Ruta por Bodegas y que son testigos fieles del romance que Toro y el vino viven desde hace siglos.
No podemos dejar Toro sin saborear su gastronomía y degustar sus vinos. La primera se reconoce por la excelente calidad de sus quesos, elaborados y curados respetando la tradición y los exquisitos embutidos como el chorizo zamorano, el lomo embuchado y fresco ibérico, el salchichón, la morcilla, la panceta o la cecina. Y de la fértil vega del Duero, frutas de temporada y hortalizas frescas que, junto con el cereal, los viñedos y los cultivos de regadío hacen de Toro la despensa de la provincia de Zamora. Sus productos de primera calidad se utilizan para la elaboración de suculentos y contundentes platos como las sopas de ajo, el rabo de toro estofado al vino tinto o el bacalao a la tranca.
Y en cuanto a sus caldos, es obligado reconocer la extraordinaria calidad de sus vinos de la DO Toro. Esta ciudad de gran tradición vinícola, ya elaboraba vino antes de la llegada de los romanos como atestiguan algunos restos arqueológicos hallados.
Incluso fue ensalzado por lo peregrinos que se dirigían a Compostela, quienes contaban maravillas del elixir calórico de Toro, hasta el punto de que existe la creencia de que el primer vino en llegar a las Américas fue el de Toro por su cuerpo y larga duración.
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