El Medio Oriente ha captado la atención de los chilenos que tienen intención de viajar y descubrir nuevas experiencias. Entre los destinos tendencia del 2019 se encuentra Turquía, que ha visto un incremento del 22% en la llegada de turistas de todo el mundo durante los últimos dos años. A su vez ha despertado el interés por Dubai, la lujosa capital de los Emiratos Árabes que ha abierto las puertas a un turismo accesible a todas las regiones del planeta. Ambos destinos han tomado protagonismo en la oferta turística nacional, potenciando vuelos, paquetes, circuitos e, incluso, cruceros que recorren las costas orientales.
Pedro Escobedo, gerente de Negocios Viajes Falabella, expresa que “hemos tenido excelentes resultados con el circuito Turquía – Dubai de 13 días/12 noches que incluye vuelos, traslados, transporte local, asesoría en aeropuertos, desayunos, algunas comidas y cenas según el itinerario, excursiones, guías certificados en español y asistencia en viajes. Su valor con salida en noviembre, es desde los $2.239.300 los que pueden ser pagados en modalidad Puntos CMR + Pesos o con cualquier medio de pago hasta 12 cuotas sin interés”.
Para el año 2019, el Plan Maestro de Turismo de Turquía fijó la meta de lograr un flujo de 50 millones de turistas, un 25% más que en el año 2018, para lo que el gobierno anunció un plan de inversión de 132 millones de euros con el fin de promocionar en el exterior los atractivos arqueológicos, gastronómicos y comerciales del país.
Por su parte, el Departamento de Turismo y Commerce Marketing (DTCM) Dubai estableció en su estrategia la meta de atraer 25 millones de turistas para el año 2025, cifra que actualmente ronda los 16 millones por año. “Para nuestro país la influencia de estas campañas de turismo receptivo, ha generado durante el último año un aumento de 56% en las ventas de vuelos aéreos para Turquía, catalogando a este país como la puerta de ingreso de los chilenos al medio oriente”, comenta Pedro Escobedo.
En cuanto a estos atractivos que están captando la atención del viajero nacional, Pedro Escobedo indica: “Por su lado Turquía ofrece un viaje al pasado, a la historia de la capital del Imperio Bizantino y sus 18 lugares nombrados Patrimonio de la Humanidad, mientras que Dubai ofrece miles de turistas la posibilidad de conocer maravillas de la ingeniería como el Burj Khalifa, el rascacielos de 828 metros de altura reconocido como el más alto del mundo -casi 3 veces la altura del Costanera Center-”.
Los 3 lugares que no se pueden perder
Pamukkale: Su nombre significa “castillo de algodón turco”, es una formación geológica de piedras color blanco nieve, ubicada en la provincia de Denizli, Turquía, que tras movimientos tectónicos formó numerosas fuentes de agua termal.
Capadocia: Declarada Patrimonio de la Unesco desde 1985 se he hecho mundialmente famosa por las formaciones rocosas y valles formados a partir de cenizas. Es el lugar de la clásica postal de los cientos de globos aerostáticos recorriendo sus valles desde el amanecer.
Palm Jumeirah: La isla con forma de palmera es un ícono en el mapa de Dubai. Alberga los más lujosos complejos, una amplia oferta gastronómica, un acuario con 65.000 especies y 14 tipos de tiburones y rayas, el spa más lujoso del mundo el Talise Ottoman Spa, o para quienes buscan otro ángulo y adrenalina para conocer esta obra urbanística, pueden hacer caída libre en paracaidismo y presenciar la grandilocuencia visual generada por la mano de obra y riqueza de la capital de los Emiratos Árabes.